Divulgando la cultura en dos idiómas.

Un Vice para Trump

VicePresidente

La espera terminó.

Alguien tuvo el valor suficiente para unirse a Donald Trump para hacer frente a Hillary Clinton en las elecciones de noviembre – y como de costumbre, Trump no decepcionó en la selección de su compañero de fórmula. El gobernador Mike Pence, de Indiana será candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano.
Pence no es ajeno a la política. Y al igual que con su compañero de fórmula, él también es una figura polémica. Pence llegó a ser bien conocido en el 2015, cuando firmó un proyecto de ley de libertad religiosa en ley para ampliar la protección legal de los propietarios de negocios de Indiana que no quieran participar en las bodas del mismo sexo.
El gobernador Pence le gusta describirse a sí mismo como “un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden.” No debería ser una sorpresa, entonces, que fue una de los primeros defensores del movimiento Tea Party.
Pero Pence no siempre ha sido un fan de Trump. Cuatro días antes de las primarias republicanas de Indiana, el gobernador Pence endorsó pobremente a Ted Cruz diciendo que él votaría por Cruz. Sin embargo, continuó diciendo: “No estoy en contra de nadie.” Movimiento inteligente, teniendo en cuenta que Trump ganó Indiana por 20 puntos porcentuales y Cruz retiró su candidatura el mismo día. Inmediatamente, Pence cambió de bando para convertirse en un firme partidario de Trump.
“Entonces, ¿por qué Trump escogió a Pence?” Preguntarás.
Estrategia es el por qué. El gobernador Pence tiene buenos vínculos con los hermanos Koch. Los hermanos Koch aún no apoyaron a un candidato presidencial – algo no visto desde hace décadas. La campaña Trump espera que los hermanos Koch se acerquen ahora que Pence es el candidato a la vicepresidencia.
Si esto no fuera suficiente motivo, al presidente de la Cámara Paul Ryan le gusta y apoya a Pence – y es conocido que Ryan no es un gran seguidor de Trump. Una vez más, la campaña de Trump espera tomar ventaja de las relaciones de Pence.
Donald J. Trump se mantuvo fiel a sí mismo al elegir su compañero de fórmula. Eligió a un radical conservador que está dispuesto a utilizar su poder en contra de la comunidad gay, que es capaz de cambiar de bando según convenga y que es admirado lo suficiente por los que tienen sentido común para no apoyar a un matón para presidente.
Buen trabajo Señor Trump. Usted nunca defrauda.


A liked, radically conservative Republican is willing to flip-flop
Commentary by Dermidio Juez-Perez
The wait is over.

Someone had enough courage to partner with Donald Trump to face Hillary Clinton in the November presidential election – and as usual, Trump didn’t disappoint in picking his running mate. Gov. Mike Pence of Indiana will be the Republican Party’s vice presidential nominee.
Pence is no stranger to politics. And as with his running mate, he’s a controversial figure. Pence became well-known in 2015, when he signed a religious freedom bill into law to extend legal protection to religious Indiana business owners who didn’t want to participate in same-sex weddings.
Governor Pence likes to describe himself as “a Christian, a conservative and a Republican, in that order.” It shouldn’t be a surprise, then, that he was an early advocate of the Tea Party movement.  
But Pence hasn’t always been a Trump supporter. Four days before the Republican Indiana primary, Governor Pence poorly endorsed Ted Cruz for president by saying he was voting for Cruz. Yet he followed that by saying, “I am not against anybody.” Smart move, considering Trump won Indiana by 20 percent of the vote that night and Cruz left the race the same evening. Immediately, Pence flipped-flopped to become a strong Trump supporter.
“So why did Trump choose him?” you ask.
Strategy is why. Governor Pence has good ties to the Koch bothers. The Koch brothers have yet to support a 2016 presidential candidate – something unseen for decades. The Trump campaign is hoping the Koch brothers will come around now that Pence is the vice presidential nominee.  
If that weren’t enough reason, House Speaker Paul Ryan likes and supports Pence – and it’s well-known that Ryan isn’t Trump’s biggest supporter. Again, Trump’s campaign hopes to take advantage of Pence’s relationships.   
Donald J. Trump stayed true to himself when choosing his running mate. He chose a radical conservative who’s willing to utilize his power against the gay community, who’s capable of flip-flopping when needed and who’s liked enough by those with enough sense to not support a bully for president.  
Way to go Mr. Trump. You never disappoint.

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