Divulgando la cultura en dos idiómas.

Royal Migration

The annual monarch butterfly journey

Every year, monarch butterflies embark on a 3,000-mile migration across North America. This feat of endurance lasts eight months, spans three countries and captivates people worldwide.
These graceful pollinators rely on milkweed for feeding and reproduction, but over the last decade, a reduction of milkweed habitats has occurred along the butterflies’ flight path. The decline of any species can be a threat to natural diversity.
When the weather starts to warm each year, monarchs make their way north from Mexico to begin breeding. Upon arriving in Texas, the butterflies begin to lay eggs on milkweed. Milkweed is the sole food source for monarch larvae, more commonly known as caterpillars. As milkweed plantings have diminished, so has the monarch population.
Environmentalists and butterfly lovers have taken notice of the monarchs’ dwindling numbers. BASF, a company that serves farmers and agricultural customers, launched Living Acres in 2015. Living Acres is a research initiative designed to help farmers establish milkweed beds in non-cropland areas.
“The goal is to raise awareness about the important role milkweed plays in the monarch life cycle,” said Laura Vance, biology team lead, BASF. “We also want to make milkweed planting easier by researching the most efficient ways to raise it and then offer that knowledge to growers nationwide.”
Farmers and landowners can play an important role in helping increase monarch populations simply by starting a milkweed garden. With employee-tended monarch gardens, BASF is also sustaining butterflies at its manufacturing sites. The gardens are tended to ensure the milkweed is healthy and ready for the arrival of monarchs.
As summer approaches, caterpillars begin their metamorphoses, hatching and transforming into vivid orange and black butterflies.
“If you have milkweed planted somewhere in your yard, be sure to keep an eye out for those mesmerizing monarchs,” Vance said. “You just never know when one might flutter by.”
Once mature, the monarchs continue their journey northward, passing over cool valleys and prairieland. Monarchs look for resting places in open plains, often settling in beds of milkweed. Prime milkweed habitats include areas alongside cornfields, gardens, playgrounds and rural roadsides.
Some of the most popular flight paths include the Corn Belt and Interstate 35, a corridor that runs from Texas to Minnesota. Legislators implemented a federal plan to create habitable space along highways for monarchs by planting milkweed in ditches. This initiative offers food and shelter for weary butterflies and provides nursery sites for monarch eggs.
Monarchs then begin winging their way south to the oyamel fir forests of Mexico. They spend their winters there, crowded together on the tree branches for warmth, which can appear to transform the trees into blazing orange clouds. When warm weather returns the following year, monarchs resume their migration northward and continue the cycle of breeding the next monarch generation.

Establishing your own milkweed habitat is a great way to get involved and make an impact on the continued reign of the monarch butterfly. For planting tips, visit Living Acres at Facebook.com/BASFLivingAcres.

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Migración Real

El viaje anual de la mariposa monarca
Cada año, las mariposas monarca se embarcan en una migración de 3,000 millas en toda América del Norte. Esta hazaña de resistencia dura ocho meses, abarca tres países y cautiva a personas de todo el mundo.
Estos graciosos polinizadores dependen de algodoncillo para su alimentación y reproducción, pero durante la última década, una reducción de los hábitats de algodoncillos ha ocurrido a lo largo de la trayectoria de vuelo de las mariposas. El declive de cualquier especie puede ser una amenaza para la diversidad natural.
Cuando el clima comienza a calentar cada año, las monarcas emprenden su camino al norte de México para comenzar la reproducción. Al llegar a Texas, las mariposas comienzan a poner huevos en los árboles de algodoncillo. El algodoncillo es la única fuente de alimento para las larvas del monarca, conocidas comúnmente como orugas. Conforme las plantaciones de algodoncillo han disminuido, también lo ha hecho la población de la monarca.
Ambientalistas y amantes de la mariposa han tomado nota de la disminución en los números de las monarcas. BASF, una empresa que atiende a agricultores y clientes agrícolas, lanzó Living Acres en 2015. Living Acres es una iniciativa de investigación diseñada para ayudar a los agricultores a establecer camas de algodoncillo en áreas no cultivadas.
“El objetivo es aumentar la conciencia sobre el importante papel que juega el algodoncillo en el ciclo de vida de la monarca”, indicó Laura Vance, líder del equipo de biología, BASF. “También queremos facilitar la siembra de la semilla de algodoncillo, investigando las formas más eficientes de aumentarla y luego ofreciendo ese conocimiento a los productores de todo el país”.
Los agricultores y los dueños de las tierras pueden desempeñar un papel importante en ayudar a aumentar las poblaciones monarcas iniciando un jardín de algodoncillo. En cuanto a los jardines de monarcas que generan empleos, BASF también mantendrá las mariposas en sus sitios de fabricación. Los jardines son hechos para asegurar que el algodoncillo este saludable y listo para la llegada de los monarcas.
A medida que se acerca el verano, las orugas comienzan sus metamorfosis, eclosionándose y transformándose en mariposas naranjas y negras.
“Si tiene algodoncillo plantado en algún lugar de su jardín, asegúrese de mantener un ojo en las hipnotizantes monarcas”, indicó Vance. “Nunca se sabe cuándo puede haber una revoloteando.»
Una vez maduras, las monarcas continúan su viaje hacia el norte, pasando por valles frescos y praderas. Las monarcas buscan lugares de descanso en llanuras abiertas, a menudo estableciéndose en camas de algodoncillo. Los principales hábitats de algodoncillo incluyen áreas junto a campos de maíz, jardines, parques infantiles y caminos rurales.
Algunas de las rutas de vuelo más populares incluyen el cinturón del maíz y la carretera interestatal 35, el camino que va de Texas a Minnesota. Los legisladores implementaron un plan federal para crear un espacio habitable a lo largo de las carreteras para las monarcas plantando algodoncillo en las zanjas. Esta iniciativa ofrece comida y refugio para mariposas cansadas y proporciona viveros para los huevos de la monarca.
Las monarcas comienzan a volar hacia el sur hasta los bosques de abetos oyamel en México. Allí pasan sus inviernos, apiñados en las ramas de los árboles para darles calor, lo que puede parecer transformar los árboles en nubes anaranjadas ardientes. Cuando el clima cálido regresa al año siguiente, los monarcas reanudan su migración hacia el norte y continúan el ciclo de reproducción de la siguiente generación de monarcas.
Establecer su propio hábitat de algodoncilloes una gran manera de involucrarse y hacer un impacto en el reinado continuo de la mariposa monarca. Para consejos de siembra, visite Living Acres en Facebook.com/BASFLivingAcres.

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