Divulgando la cultura en dos idiómas.

Escuelas de KCK llenando la brecha nutricional de verano de los estudiantes

 Kamara Mitchell with her friend Nena Hernandez
Kamara Mitchell with her friend Nena Hernandez

KCK schools filling students’ summer nutritional gap

Photos & Story by Jesus Lopez Gomez
 

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[tab]A little before 3 p.m. on Tuesday (July 8) at the Roseland Park apartment complex, Rose Stigger almost had everything ready: 22 balanced meals for a clamoring mass of youngsters.

Well, she was missing two cheese sticks.

“I can’t think of where they would have gone,” Stigger exclaimed, suddenly beginning a frantic search.

Never mind. It was too close to mealtime to do anything more than hope they weren’t missed, she determined, moving quickly to the door.

“All right, we’re going to open it up,” Stigger said with her hand at the knob. “Ready?”

When the door opens every afternoon this summer, Stigger, a Roseland Park leasing agent, becomes “Ms. Rose,” an opener of milk cartons, a server of fruits and a smiling lady whose primary concern is to make sure everyone has something to eat.

This summer, Stigger is running ’Dotte Meals, Kansas City, Kan., Public Schools’ summer meals program, at the apartment complex. Roseland Park is among 37 sites where students under 18 can eat breakfast and lunch for free during the break. About half of the locations are in places other than schools.

The program is open to anyone. For example, Frank Rushton Elementary School third-grader Kamara Mitchell can bring her friend Nena Hernandez when she comes to visit, even though Hernandez goes to Trailwood Elementary School in Overland Park, Kan.

“See? I told you it was pineapple!” Hernandez said to Mitchell, pointing at the fruit pack on her tray. “She was trying to tell me it was pears – probably so I would give it to her.”

Both said they’ve been thinking of school all summer, not only because of their teachers – whom they expressly adore – but also because their daily routine always includes something to eat.

“I would say my favorite subject is recess – wait, no, math, then recess,” Mitchell said. “Only reason I like math is because it’s right before lunch.”

The summer meals program is being delivered through a partnership between Healthy Communities Wyandotte County, Harvesters and the school district. The program is funded through the USDA’s summer meals program.

The district’s program serves a county that ranks abnormally high in a state with an average food insecurity rate of 15 percent. More than one-fifth of Wyandotte County residents report difficulty feeding themselves and their families.

In June, the decade-old program served 28,000 breakfasts and almost 38,000 lunches, district records show. Stigger said she usually serves around 40 meals, but one day fed about 71 students.

“I probably shouldn’t be telling you this, but for some of these kids, this is the only meal they’re going to be getting,” Connie Rideau said, feeding her 16-month-old granddaughter.

Rideau estimates the program saves her about $20 weekly, “which is a huge help,” she said.

A full list of the locations participating in the district’s summer meals program can be found online at http://kckps.cloudaccess.net/.

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[tab]Poco antes de las 3 p.m. del martes, 8 de julio, en el complejo de apartamentos de Roseland Park, Rose Stigger casi tenía todo listo: 22 comidas balanceadas para una masa vociferante de jóvenes.

Bueno, a ella le faltaban dos palitos de queso.

“No puedo pensar a dónde se habrán ido”, exclamó Rose, de pronto al empezar una búsqueda frenética.

No importaba. Moviéndose rápidamente hacia la puerta, ella determinó que estaba demasiado cera la hora de comer como para hacer algo más que esperar que no los extrañaran.

“Está bien, vamos a abrir”, dijo Rose con una mano en la perilla [de la puerta]. “¿Listos?”

Cuando la puerta se abre cada tarde este verano, la agente de arrendamiento de Roseland Park se convierte en “Ms. Rose” una abridora de cartones de leche, una servidora de frutas y en una dama sonriente cuya principal preocupación es asegurarse que todos tengan algo que comer.

Este verano, ella está manejando el programa ‘Dotte Meals’ de las escuelas públicas de Kansas City, Kan., en el complejo de apartamentos. Roseland Park se encuentra entre los 37 sitios donde los estudiantes menores de 18 años pueden tomar el desayuno y almuerzo de forma gratuita durante las vacaciones. Alrededor de la mitad de las ubicaciones están en sitios distintos a las escuelas.

El programa está abierto para cualquiera. Por ejemplo, la alumna de tercer grado de la primaria Frank Rushton, Kamara Mitchell, puede traer a su amiga Nena Hernández cuando viene de visita, aunque Nena asiste a la primaria Trailwood en Overland Park, Kan.

“¿Ves? ¡Te dije que era piña!”, le dijo Nena a Kamara, señalando el paquete de fruta en su charola. “Ella estaba tratando de decirme que eran peras – probablemente para que se las diera”.

Ambas comentaron que han estado pensando en la escuela todo el verano, no sólo por sus maestros – a quienes adoran expresamente – sino también porque su rutina diaria siempre incluye algo de comer.

“Yo diría que mi materia favorita es el recreo – espera, no, Matemáticas, y luego el recreo”, corrigió Kamara. “La única razón por la que me gustan las Matemáticas es porque es justo antes del almuerzo”.

El programa de comidas de verano está siendo entregado a través de una colaboración entre Comunidades Saludables del condado Wyandotte, Harvesters y el distrito escolar —y es financiado a través del programa de comidas de verano de USDA.

El programa del distrito sirve a un condado que se sitúa anormalmente alto en el estado con una tasa promedio de inseguridad alimentaria del 15%. Más de una quinta parte de los residentes del condado Wyandotte reportan dificultad para alimentarse a sí mismos y a sus familias.

En junio, el programa con 10 años de antigüedad sirvió 28,000 desayunos y casi 38,000 almuerzos, según muestran los registros del distrito. Rose dijo que ella usualmente sirve alrededor de 40 comidas, pero un día alimentó a unos 71 estudiantes.

“Probablemente no debería estarte diciendo esto, pero para algunos de estos niños, ésta es la única comida que van a estar recibiendo”, señaló Connie Rideau, mientras alimentaba a su nieta de 16 meses.

Connie calcula que el programa le ahorra alrededor de $20 a la semana, “lo cual es una gran ayuda”, aseguró.

Una lista completa de las localidades participantes en el programa de comidas de verano del distrito se puede encontrar en línea en
http://kckps.cloudaccess.net/.

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