Divulgando la cultura en dos idiómas.

Youths with Down syndrome working at Mexican coffee shop

By Roberta Pardo

The first coffee shop staffed by people with Down syndrome in Guadalajara, Jalisco, Mexico, continues thriving as it nears its second year of operation.
Named Coffee Cordica 21, the shop opened in late 2017 as a space hoping to erase the idea that people with Down syndrome cannot live normal lives. The shop belongs to the organization of the same name, which also has an arts school and a soccer league. Young adults with Down syndrome work there as servers, cooks and baristas.
“The goal of our coffee shop is to enhance their self-esteem, to improve their independence at home, which is where we want to see the results – and also to show society all they can do and that, just like anybody else, they have a lot to offer to the world,” Laura Ruiz Borrayo, Cordica 21 director, told the Spanish news agency EFE when the shop opened.
An organization with 10 years of experience, Cordica 21 helps children with Down syndrome and brain injuries become a part of everyday society and demonstrate they can put their abilities to the service of society. Now, with the coffee shop, the organization can continue helping the kids as they become adults.
The organization’s name comes from putting together the first letters in Spanish of the following values: Constancy, Respect, Discipline and Affection. The number 21 comes from the main cause of Down syndrome: an extra chromosome in par 21.


La primera cafetería atendida por personas con síndrome de Down en Guadalajara, Jalisco, México, continúa prosperando a medida que se acerca su segundo año de operación.
Llamada Coffee Cordica 21, la cafetería abrió a fines de 2017 como un espacio que buscaba eliminar la idea de que personas con síndrome de Down no pueden vivir una vida normal. La tienda pertenece a la organización del mismo nombre, que también cuenta con una escuela de arte y una liga de fútbol. Los adultos jóvenes con síndrome de Down trabajan allí atendiendo clientes y preparando comidas y bebidas.
“El objetivo de nuestra cafetería es mejorar su autoestima, mejorar su independencia en el hogar, que es donde queremos ver los resultados, y también mostrar a la sociedad todo lo que pueden hacer y que, como cualquier otra persona, tiene mucho que ofrecer al mundo”, le dijo Laura Ruiz Borrayo, directora de Cordica 21, a la agencia de noticias española EFE cuando abrió la tienda.
Una organización con 10 años de experiencia, Cordica 21 ayuda a niños con síndrome de Down y lesiones cerebrales a formar parte de la sociedad cotidiana y demostrar que pueden poner sus habilidades al servicio de la sociedad. Ahora, con la cafetería, la organización puede continuar ayudando a los niños a medida que se convierten en adultos.
El nombre de la organización proviene de juntar las primeras letras de los valores: Constancia, Respeto, Disciplina, y Cariño. El número 21 proviene de la causa principal del síndrome de Down: un cromosoma adicional en el par 21.

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