Divulgando la cultura en dos idiómas.

Busting Baby Behavior Myths for Today’s Grandparents (Part 3)

By Harvey Karp

Myth 11: Stomach pain causes colic.
Colicky babies fuss inconsolably for two to three hours a day. The word colic comes from ancient Greek, meaning “crampy stomach pain.”
Up until the 1970s, doctors treated these little screamers with drops of opium (called paregoric). Amazingly, paregoric was sold by the gallon at pharmacies across the western world.
That opium would reduce pain makes sense. But what makes no sense is why colicky babies also calm when you turn on a hair dryer or take the baby on a bouncy car ride.
Those strong sensations mimic the womb and switch on the calming reflex, but they won’t do anything for bad pain.
It turns out that the big problem is that our world is too quiet and still. Any grandmother knows that babies do best with lots and lots of holding, rocking and shush-y white noise.
In the womb, babies enjoy a 24/7 symphony of rhythmic sensations. That’s why giving infants extra soothing can quickly reduce these demoralizing meltdowns.
Myth 12: Babies can sense when their mothers are anxious … and it makes them more upset, too.
But babies are just babies. They can’t read your complex emotions.
They have no idea if mom or dad is anxious, sad or angry. On the other hand, anxiety can make a parent so unsure that he or she jumps from one thing to another when the baby is wailing.
And that inconsistency is something that can increase a baby’s crying.
Myth 13: Postpartum depression is uncommon … and a big shift in hormones causes it.
Postpartum depression or anxiety is actually quite common. About 1 in 6 new moms will develop emotional pressures that are much greater than the little “baby blues.”
While new moms definitely experience large hormonal shifts, studies show that adoptive mothers and even men can develop postpartum depression. So, while hormones may play some role, the biggest triggers are exhaustion, not having support and feeling overwhelmed.
Myth 14: Mixing rice cereal into the milk boosts a baby’s sleep.
Think about it for a minute: Do you really think adding a bit of rice would be more filling than rich breast milk or formula?
Milk is a nutritious and filling mix of the best fats, carbohydrates and proteins. Powdered rice starch is very quickly digested and it doesn’t sit in the stomach to make a baby feel full.
In fact, studies show adding rice to a bottle does nothing for a baby’s sleep.
Myth 15: You need to break the Binky habit early.
Sucking is deeply soothing for babies, and that’s why it’s one of the 5 S’s.
Weaning the pacifier is easiest around 6 months of age. But some babies just need to suck, and they want it much longer.
Pacifiers can be an important friend supporting a child through the normal stresses of siblings, illness, starting school. And they don’t usually cause serious orthodontic issues — thumbs are much more problematic.
Nevertheless, offering a blanket or stuffed animal at 1 year old may be a great substitute for sucking.
Harvey Karp is a pediatrician, child development expert, author of the best seller The Happiest Baby on the Block and inventor of SNOO Smart Sleeper.


15 mitos acerca del comportamiento de los bebés que deben saber los abuelos (Parte 3)

Mito 11: El dolor de estómago causa cólicos.
Los bebés con cólicos se quejan inconsolablemente durante dos o tres horas al día. La palabra cólico viene del griego antiguo, que significa “dolor de estómago con calambres”.
Hasta la década de 1970, los médicos trataban a los pequeños gritones con gotas de opio (llamado paregórico). Sorprendentemente, el paregórico se vendía por galón en las farmacias de todo el mundo (en el occidente).
Tiene sentido que el opio redujera el dolor. Pero lo que no tiene sentido es por qué los bebés con cólicos también se calman cuando enciendes un secador de pelo o los llevas a dar un paseo en el auto.
Esas sensaciones fuertes imitan al útero y activan el reflejo calmante, pero no hacen nada para alivia el dolor intenso.
Resulta que el gran problema es que nuestro mundo es demasiado tranquilo y quieto. Cualquier abuela sabe que a los bebés les va mejor si los cargan mucho y los mecen, y con ruido blanco calmante.
En el útero, los bebés disfrutan de una sinfonía de sensaciones rítmicas las 24 horas del día, los siete días de la semana. Es por eso que darles un alivio extra puede reducir rápidamente estas rabietas desmoralizantes.
Mito 12: Los bebés pueden sentir cuando sus madres están ansiosas… y también los hace sentir más molestos.
Pero los bebés son sólo bebés. No pueden leer tus emociones complejas.
No tienen idea si mamá o papá están ansiosos, tristes o enojados. Por otra parte, la ansiedad puede hacer que el padre o la madre se sienta tan inseguro que salte de una cosa a otra cuando el bebé está llorando.
Y esa falta de constancia es algo que puede aumentar el llanto de un bebé.
Mito 13: La depresión posparto es poco común… y es causada por el gran cambio en las hormonas.
La depresión o ansiedad posparto es en realidad bastante común. Alrededor de una de cada seis nuevas mamás desarrolla presiones emocionales que son mucho mayores que la pequeña “melancolía posparto”.
Mientras que las nuevas mamás definitivamente experimentan grandes cambios hormonales, los estudios muestran que las madres adoptivas e incluso los hombres pueden desarrollar depresión posparto. Por lo tanto, aunque las hormonas pueden desempeñar cierto papel, los mayores desencadenantes son el agotamiento, no contar con apoyo y sentirse agobiado.
Mito 14: Mezclar cereal de arroz con la leche estimula el sueño del bebé.
Piénsalo un momento: ¿En serio crees que agregar un poco de arroz llena mucho más que la leche materna o la fórmula para lactantes?
La leche es una mezcla nutritiva que llena porque cuenta con grasas, proteínas y carbohidratos óptimos. El almidón de arroz en polvo se digiere muy rápidamente y no se queda en el estómago para que se sienta lleno el bebé.
Es más, los estudios demuestran que agregar arroz a un biberón no hace nada para que duerma el bebé.
Mito 15: Necesitas romper el hábito del chupón lo más rápido posible.
Chupar o succionar es profundamente relajante para los bebés, y por eso es una de las cinco S.
Es más fácil que el bebé deje de usar el chupón alrededor de los seis meses de edad. Pero algunos bebés necesitan succionar y lo quieren mucho más tiempo.
Los chupones pueden ser un amigo importante que apoya a un niño durante el estrés normal que conllevan los hermanos, las enfermedades y el comienzo de la escuela. Por lo general no causan problemas serios de ortodoncia; los pulgares son mucho más problemáticos.
Sin embargo, ofrecer una manta o un animal de peluche al año de edad puede ser un gran sustituto de la succión.
Harvey Karp es pediatra, experto en desarrollo infantil, autor de The Happiest Baby on the Block e inventor de la cuna inteligente SNOO.

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