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Por qué todos los adultos deberían tener un testamento vital

Las instrucciones claras y por escrito sobre la atención médica es un regalo para tus seres queridos.
Su testamento vital es quien manda ahora”, dijo la enfermera profesional la mañana después de que mi madre entró en coma. Durante 51 semanas, yo había cuidado de ella las 24 horas y tomado decisiones constantemente sobre el ingreso al hospital, al centro de rehabilitación y al hogar de ancianos, y sobre los reajustes de medicamentos o planes de tratamiento —sin interrupción—. Prácticamente todos los días de cuidado tenían decisiones de vida o muerte. Y, de repente, no había más decisiones que tomar. Todo lo que tenía que hacer era ser la hija. Sostener la mano de mi madre, cantarle, hablarle y esperar. Y cuando ella falleció, mi corazón, mente y alma estaban en paz.
El testamento vital de mi madre decía que no quería ayuda artificial para seguir viviendo ni que la mantuvieran viva cuando no había posibilidad de que pudiera sobrevivir sin el soporte vital. Y así, después del examen y la deliberación de sus médicos, sus últimos deseos fueron honrados y cumplidos. Es lo que ella quería. Pero su testamento vital también fue un regalo para mí, porque sin él no hubiera podido desapegarme de la responsabilidad y no hubiera conocido esa hermosa paz.
Por qué es importante
Hay muchas razones para tener un testamento vital: guiar a tus médicos y a tu representante en asuntos de salud, brindar claridad y cierre a tus seres queridos, evitar conflictos o desacuerdos entre los miembros de la familia y limitar la carga emocional de las personas más cercanas en el momento de tu muerte. Lo más importante es que sigas siendo capitán de tu propio barco, con la autoridad para dictar cómo quieres vivir y morir. Teniendo en cuenta que la mayoría de las personas moribundas están inconscientes, abrumadas o no pueden hablar, el testamento vital sirve como tu voz cuando es posible que no tengas una.
A pesar de todas estas razones, no muchas personas en Estados Unidos tienen un testamento vital: los adultos del país que han creado un testamento o documento similar son menos del 40%. Eso significa que el 60% están dejando a la suerte el quién tomará las decisiones por ellos al final de la vida. El 25% dicen que nunca pensaron en la planificación del final de la vida. Algunos simplemente no saben qué es un testamento vital ni para qué sirve.
Un testamento vital es un documento escrito y legalmente vinculante donde se informa a los médicos sobre las preferencias de atención médica al final de la vida. Como se trata de un documento legal, puedes consultar con un abogado para que te ayude a comprender y redactar un testamento vital; sin embargo, no es necesario hacerlo. Con un poco de investigación y reflexión, puedes crear tu propio testamento vital con facilidad y sin costo alguno.
Cada estado tiene diferentes leyes y prácticas, así que asegúrate de crear un testamento vital que tu estado reconozca. Algunos usan un formulario estándar, otros te permiten redactar el tuyo. Y asegúrate de seguir las reglas de tu estado sobre qué tipo de testigos debes usar y si el documento debe ser notariado.
Qué incluir en tu testamento vital
En general, tu testamento vital puede tener:
Una instrucción estándar de que no deseas que se te administren procedimientos para prolongar la vida —o que se continúen— si no tienes probabilidad de supervivencia.
Instrucciones más específicas sobre qué atención deseas o no (por ejemplo, diálisis, ventilación mecánica para ayudar con la respiración, hidratación y nutrición artificial o RCP).
Decisiones anatómicas de donación (es decir, si deseas ser donante de órganos y tejidos o donar tu cuerpo a la ciencia o la educación).
Deseos de cuidados paliativos (por ejemplo, si deseas morir en casa o evitar pruebas o procedimientos invasivos).
Consideraciones espirituales y religiosas (tu fe puede tener sus propias instrucciones sobre cómo crear un testamento vital).
A algunas personas les preocupa que los médicos no brinden atención médica si tienen un testamento vital. Pero recuerda: el propósito de este documento es sólo dar instrucciones para el final de la vida. No evita el tratamiento médico de rutina ni interfiere con el tratamiento de afecciones que no ponen en peligro la vida.
Sin embargo, tu testamento vital no es un guion. Un documento no puede anticipar todos los escenarios posibles ni dictar exactamente cómo se darán las cosas.  En cambio, considéralo más como una conversación, y esa conversación puede cambiar con el tiempo, porque tus sentimientos sobre la muerte pueden ser diferentes cuando tienes buena salud que después del diagnóstico de una enfermedad terminal o debilitante.
No esperes hasta enfrentar una enfermedad para crear un testamento vital. Ten en cuenta que una enfermedad o un evento inesperado pueden ocurrir en cualquier momento. Por lo tanto, escribe tu testamento vital cuando tengas buena salud, pero revísalo y actualízalo a medida que cambien las necesidades y condiciones.
Mientras lo haces, habla con tus médicos sobre tus deseos. Pídeles que archiven tu testamento vital o considera colocarlo en un registro (en inglés). También habla con tu familia y amigos más cercanos, en particular con quienes podrían ser tus cuidadores algún día, para que sepan cuáles son tus deseos. Tener estas charlas y escribir tu testamento vital asegura que vivas de acuerdo con tus propios términos hasta tu último aliento, al tiempo que brinda a tus seres queridos una sensación de paz cuando más importa.

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