Divulgando la cultura en dos idiómas.

Family’s immigration story part of former NBA star’s roots

By Angie Baldelomar

Many Kansas City area basketball fans know the name Earl Watson Jr.
What they might not know is, Watson is Latino.
Watson, a native of Kansas City, Kansas, is the son of Earl and Estella Watson Sr. Way before she took the name surname Watson, Estella woke up at 2 a.m. to work in the fields until early in the afternoon, before it got too hot.
As the daughter of undocumented Mexican immigrants, Estella was used to working hard. Her parents — who moved to the United States to escape warfare in Mexico — and siblings all worked on a farm in Texas.
“In those days, Mom and Dad did not think of school,” she recalled. “It was all about working and living, since they didn’t speak English, so they put us to work.”
The family eventually settled in Kansas City, Kansas. Her father worked multiple jobs, as did the rest of the family.
“I started working in laundry and then got a job in stores. … I started working at 14,” she said. “To my children, I told them they would go to school because they had to be better than me.”
Eventually, she married Earl Sr. and became Estella Watson. They had six children — five boys and a daughter. Earl Jr., affectionally known as “EJ” among his family, became a standout basketball player.
Earl Jr., a Washington High School graduate, played NCAA Division I basketball at UCLA. He then turned pro in 2001, playing in the NBA until 2014.
After retiring, Earl Jr. went into coaching, becoming the first head coach of Latino descent in NBA history when he led the Phoenix Suns. He also was among the youngest head coaches in NBA history.
As a Kansas City, Kansas, native, Earl Jr. became a symbol for the community and his bicultural heritage. He grew up in a Black neighborhood, but he was raised in a “very Mexican” household, he said.
“I think my mom did an amazing job raising our family, raising the kids with my dad and instilling that Latino pride that, no matter what the challenges are and the things you have to overcome, you just always stay grounded and continue to work and outwork people to get more and more opportunities,” he said. “I took those lessons and I put … (them) into basketball, I put … (them) into school.”
Although Earl Jr. never met his maternal grandfather, his mother always talked about him.
“And that made me feel like I knew him — and so, I always wanted to make her proud, because I felt like in a way, I could make him proud if I made her proud,” he said.
Because of his success, Earl Jr. has created multiple youth programs in Kansas City, Kansas, and Los Angeles.
During his basketball career, Earl Jr. has dealt with his share of negative comments. He thinks that hateful rhetoric against the Latinx community comes from a place of fear of the talent Latinos have.
“The hatred that we (experience) is a testament to how strong and creative and brilliant we are as a race of Latino people,” he said. “Everyone knows that, if you compete against a Latino, you are not going to outwork them. You can only hope to work as hard as them.”

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Historia de inmigración de su familia es parte de las raíces de ex estrella de la NBA

Muchos fanáticos de basquetbol del área de Kansas City conocen el nombre de Earl Watson Jr.
Lo que quizás no sepan es que Watson es latino.
Watson, nativo de Kansas City, Kansas, es el hijo de Estella y Earl Watson Sr. Mucho antes de tomar el apellido Watson, Estella se despertaba a las 2 am para trabajar en el campo hasta la tarde, antes de que se pusiera demasiado caliente.
Como hija de inmigrantes mexicanos indocumentados, Estella estaba acostumbrada a trabajar duro. Sus padres, que se mudaron a Estados Unidos para escapar de la guerra en México, y sus hermanos trabajaron en una granja en Texas.
“En esos días, mi mamá y papá no pensaban en la escuela”, recordó. “Todo era trabajar y vivir, y como no hablaban inglés, nos pusieron a trabajar”.
La familia finalmente se estableció en Kansas City, Kansas. Su padre tenía varios trabajos, al igual que el resto de la familia.
“Comencé a trabajar en lavandería y luego conseguí un trabajo en tiendas. … Empecé a trabajar a los 14”, dijo. “A mis hijos, les dije que irían a la escuela porque tenían que ser mejor que yo”.
Estella se casó con Earl Sr. y se convirtió en Estella Watson. Tuvieron seis hijos: cinco varones y una hija. Earl Jr., conocido cariñosamente como “EJ” entre su familia, se convirtió en un destacado jugador de baloncesto.
Earl Jr., un graduado de Washington High School, jugó baloncesto de la División I de la NCAA en UCLA. Luego se convirtió en jugador profesional en 2001, jugando en la NBA hasta 2014.
Después de retirarse, Earl Jr. se convirtió en entrenador, convirtiéndose en el primer entrenador en jefe de ascendencia latina en la historia de la NBA cuando dirigió a los Phoenix Suns. También estuvo entre los entrenadores en jefe más jóvenes en la historia de la NBA.
Como nativo de Kansas City, Kansas, Earl Jr. se convirtió en un símbolo para la comunidad y su herencia bicultural. Creció en un vecindario afroamericano, pero se crió en un hogar “muy mexicano”, dijo.
“Creo que mi mamá hizo un trabajo increíble criando a nuestra familia, criando a los niños con mi papá e inculcando ese orgullo latino de que, sin importar cuáles sean los desafíos y las cosas que tienes que superar, siempre te mantienes firme y continúas trabajando y trabajar más que la gente para tener más y más oportunidades”, dijo. “Tomé esas lecciones y las use en el baloncesto y en la escuela”.
Aunque Earl Jr. nunca conoció a su abuelo materno, su madre siempre hablaba de él.
“Y eso me hizo sentir como si lo conociera, y por eso, siempre quise enorgullecerla, porque sentía que, de alguna manera, podría hacerlo sentir orgulloso si la hacía sentir orgullosa”, dijo.
Debido a su éxito, Earl Jr. ha creado varios programas para jóvenes en Kansas City, Kansas y Los Ángeles.
Durante su carrera en el baloncesto, Earl Jr. ha lidiado con su parte de comentarios negativos. Él piensa que la retórica de odio contra la comunidad latina proviene de un lugar de miedo al talento que tienen los latinos.
“El odio que (experimentamos) es un testimonio de lo fuertes, creativos y brillantes que somos como raza de latinos”, dijo. “Todo el mundo sabe que si compites contra un latino, no vas a superarlos. Sólo puedes esperar trabajar tan duro como ellos”.

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