Cuando el aterrizaje de un avión de carga es un espectáculo capaz de reunir más de 20,000 personas, es porque debe ser algo extraordinario. Eso mismo ocurrió con la primera llegada a Australia del gigantesco Antonov An-225, el avión más grande del mundo. Y de hecho, el único que existe.
Es el avión más largo, ancho y pesado del mundo. Mide 84 metros de largo, tiene 88 metros de envergadura y pesa 175 toneladas sin cargamento ni combustible. Pero ¿para qué puede servir un avión tan grande?
Más conocido como Mriya (“sueño” en ucraniano), el Antonov An-225 fue diseñado para movilizar transbordadores espaciales soviético.
El compartimento de carga del An-225 es de 43 metros por 6.4 metros y 4.4 metros, lo suficientemente grande para llevar 50 autos. Esos 6.4 metros de ancho se comparan con los 3.4 metros que mide la del Boeing 747, el siguiente avión más grande.
El Antonov fue diseñado en Ucrania para mover el transbordador espacial soviético Buran. Hizo su primer vuelo en 1988 y entró en servicio al siguiente año. Había planes para construir muchos más An-225, pero se frustaron ante la caída de la Unión Soviética y el fin del programa de transbordadores.
El An-225 dejó de volar en 1994, pero volvió a usarse en 2001. Desde entonces, ha servido para llevar ayuda a lugares afectado por desastres naturales, como el terremoto de Haití de 2010 y el terremoto y el tsunami de Japón en 2011.
Su habilidad para transportar grandes cargas permitió que también fuera usado para transportar generadores de energía para reemplazar a aquellos arrasados por el tsunami de Samoa Americana de 2009.
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