Una creciente iniciativa local que se especializa en disfraces para niños en sillas de ruedas empezó con un disfraz de WALL -E
En el 2008, Lon Davis de Olathe, Kansas creó un disfraz del famoso robot animado para su hijo Reese que tenía 3 años de edad, quien utiliza una silla de ruedas debido a una lesión en su columna debido al desarrollo de neuroblastoma, una forma de cáncer. El original disfraz se hizo popular cuando la familia Davis asistió a convenciones tales como Kansas City Comic Con y Midwest Ability Summit, una exposición anual para personas con discapacidades.
“Cada año, empezamos a elaborar más y más y empezamos a recibir atención”, dijo Davis. “Decidimos que necesitábamos hacer una organización que le ayudara a personas a hacer estos disfraces”.
La organización se hizo conocida como Walkin’ and Rollin’ (Caminando y Rodando). Ahora en su octavo año, Walkin’ and Rollin’ depende de donativos y voluntarios para que diseñen, fabriquen y envíen cada disfraz. Uno de esos voluntarios es Reese de 11 años de edad, quien realizó un disfraz para su propia silla.
“En nuestro taller, mi hijo está a cargo del equipo que creó ese disfraz”, dijo Davis. “Él participa mucho, y le encanta tratar e inventar nuevos conceptos”.
Los disfraces cuestan alrededor de $250 cada uno, de acuerdo con Davis; sin embargo, son gratis para los niños y familias que los soliciten.
“Ellos no pagan ni un centavo”, dijo Davis.
Hasta ahora este año, se han recaudado $1,200 y se han hecho ocho disfraces.
“Recibimos más solicitudes de las que realmente podemos hacer”, dijo Davis.
La visión de Davis es que se haya ciudades a nivel nacional para realizar el proceso, para que los disfraces – que es costoso enviarlos y difíciles de diseñar sin tener la silla de ruedas presente – puedan hacerse y entregarse a una distancia razonable por carro.
Para hacer donativos, ser voluntario o solicitar un disfraz hecho a la medida de Walkin’ and Rollin’, visite walkinrollin.org o la página en Facebook de la organización, facebook.com/WalkinRollin.
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One costume leads to initiative for wheelchair-bound children
By Nicholas Peterson
A growing local initiative specializing in costumes for kids in wheelchairs started with one WALL-E costume.
In 2008, Lon Davis of Olathe, Kan., built a costume of the famed animated robot for his then-3-year-old son Reese, who uses a wheelchair because of a spinal injury sustained from his development of neuroblaftoma, a form of cancer. That original costume caught on as the Davises attended conventions such as Kansas City Comic Con and the Midwest Ability Summit, an annual expo for people with disabilities.
“Each year, we started getting more and more elaborate and started getting attention,” Davis said. “We decided we needed to make an organization that would help people make those costumes.”
That organization became known as Walkin’ and Rollin’. Now in its eighth year, Walkin’ and Rollin’ relies on donor money and volunteers to design, construct and ship each costume. One of those volunteers is 11-year-old Reese, who built a costume for his own chair.
“At our workshop, my son was in charge of the team that built that costume,” Davis said. “He is very involved, and loves to try and come up with new concepts.”
The costumes cost around $250 apiece, according to Davis; however, they’re free for the children and families who request them.
“They don’t pay a dime,” Davis said.
So far this year, $1,200 has been raised and eight costumes have been built.
“We get a lot more requests than we can actually build,” Davis said.
Davis’ vision is for cities nationwide to localize the process, so the costumes – which are expensive to ship and difficult to design without the wheelchair present – can be built and delivered within a car’s drive.
To donate, volunteer or request a custom costume from Walkin’ and Rollin’, visit walkinrollin.org or the organization’s Facebook page, facebook.com/WalkinRollin.