La inmigración latinoamericana debe ser una herramienta de negociación
Muchos políticos mexicanos han pedido que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto renegocié el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), utilizando el ingreso de inmigrantes latinoamericanos indocumentados a los Estados Unidos como una herramienta de negociación.
Gran idea.
Por un lado, mostraría compasión por el gobierno de Peña Nieto. Incluso con Donald Trump como el presidente de Estados Unidos, los latinoamericanos siguen arriesgando sus vidas para entrar en Estados Unidos. Las condiciones en los países de América Latina son difíciles para los que viven allí, especialmente en los países centroamericanos. Viven con altos niveles de crimen violento, particularmente asesinato y pobreza. Y mientras cruzan a través de México para tratar de llegar a Estados Unidos, arriesgan sus vidas cuando abordan el tren que los transporta conocido como “La Bestia”. Incluso si sobreviven al viaje, podrían ser robados, secuestrados o violados en el camino.
Además, tal medida demostraría el compromiso continuo de México para contrarrestar la inmigración indocumentada. En los últimos años, el número de inmigrantes indocumentados de Centroamérica ha aumentado. De acuerdo al Instituto de Política Migratoria, aproximadamente 3.2 millones de inmigrantes centroamericanos vivían en los Estados Unidos en 2013.
Para prevenir la inmigración indocumentada desde Centroamérica, México ha sido un aliado de Estados Unidos. Durante la presidencia de Obama, por ejemplo, México trabajó con Estados Unidos en un plan para prevenir la inmigración indocumentada que incluyó drones y un sistema de geolocalización. Aunque este programa no detuvo el flujo de inmigrantes indocumentados, ayudó a reducirlo.
Los políticos mexicanos han sugerido que México debe continuar actuando como un aliado de Estados Unidos y mostrar que México está a bordo con la prevención de que los inmigrantes indocumentados centroamericanos entren a Estados Unidos, pero utilizando su alianza para renegociar el TLCAN. Algunas personas, por supuesto, cuestionarían hacer esto. Después de todo, Trump ha atacado a México recientemente; por lo tanto, usar un tema como la inmigración centroamericana indocumentada podría no ser la mejor carta que México juegue para demostrar su alianza.
Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto sería inteligente al demostrar las posibles consecuencias que renegociar el TLCAN traerá a los Estados Unidos, particularmente en términos de inmigración indocumentada. Pueden hacerlo usándola como una herramienta de negociación.
Es una gran idea cuyo momento ha llegado.
Mexico should renegotiate NAFTA with U.S.
Latin American immigration should be a bargaining tool
Commentary by Chara
Many Mexican politicians have requested that Mexican President Enrique Pena Nieto (Peña Nieto in Spanish) renegotiate the North American Free Trade Agreement (NAFTA), using the influx of undocumented Latin American immigrants into the United States as a bargaining tool.
Great idea.
For one thing, it would show compassion from Pena Nieto’s government. Even with Donald Trump as the U.S. president, Latin Americans continue risking their lives to enter the United States. Conditions in Latin American countries are difficult for those who live there, especially in Central American countries. They live with high levels of violent crime, particularly murder; and poverty. And while crossing through Mexico to try to make it to the United States, they risk their lives when they board the train that transports them known as “The Beast.” Even if they survive the trip, they might get robbed, kidnapped or raped along the way.
In addition, such a move would show Mexico’s continued commitment toward curbing undocumented immigration. In recent years, the number of undocumented immigrants from Central America has increased. According to the Migration Policy Institute, approximately 3.2 million Central American immigrants were living in the United States in 2013.
To prevent undocumented immigration from Central America, Mexico has been an U.S. ally. During Obama’s presidency, for example, Mexico worked with the United Sates on a plan to prevent undocumented immigration that included drones and a geo-localization system. Although this program didn’t stop the flow of undocumented immigrants, it helped reduce the number of undocumented immigrants.
Mexican politicians have suggested that Mexico should continue to act as a U.S. ally and show that Mexico is on board with preventing undocumented Central American immigrants from entering the United States, but use their alliance to renegotiate NAFTA. Some people, of course, would question doing that. After all, Trump has recently attacked Mexico; therefore, using a topic such as undocumented Central American immigration might not be the best card for Mexico to play to show its alliance.
Still, Pena Nieto’s government would be smart to show the potential consequences that renegotiating the NAFTA will bring to the United Sates, particularly in terms of undocumented immigration. They can do that by using undocumented immigration as a bargaining tool.
It’s a great idea whose time has come.