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De Adicto a Adicto: La droga, cambió radicalmente mi vida Lupita

Mi primer contacto con la sustancia fue cuando estaba muy pequeña, no recuerdo la edad, mi papá solía darme tragos de cerveza, a espaldas de todos, yo sentía una grata sensación y me divertía, mi primera borrachera se debió a que mi papá me puso un caguamón y por supuesto que me lo tomé todo, recuerdo que todo me daba vueltas, me reía, luego lloraba.
Cuando probé la marihuana por primera vez fue a la edad de 13 años, debido a que en la escuela tenía amigas que consumían y me ofrecían; no me gustó la sensación, me sentía muy mal. Noté que al consumir esa primera vez, en mi despertó una alergia (la llamaría yo), y entre más fumaba más quería, también me percaté que mis amigas se enfadaban porque no podía cuidarme de mi misma, ellas lo hacían, supe que en ellas no causaba el mismo efecto o sensación, ellas podían parar, yo no. En realidad no sabía lo que el destino me tenía preparado… Lo que en un principio fue diversión se convirtió en una fuerte dependencia…Un verdadero infierno.
Durante algún tiempo intenté sustituir esa droga por cual fuera que provocara en mí el mismo efecto. Sentía mucha compulsión entonces seguí drogándome con inhalantes y era la cosa más sencilla. La primera vez que lo hice me gustó bastante, el sabor en la boca me fascinaba y más aún el trip, es el viaje que agarras, era algo sin sentido, me preguntaba cómo era que las personas no podían escuchar lo que yo, no podían ver las cosas que yo y mucho menos sentirse como yo. Al principio, fue chido, después no tanto, mis profesores de escuela podrían notarlo, la mayoría pudiera ser, mucho menos en casa, porque papá no estaba, mamá tenía que trabajar y mi familia estaba rota, sin embargo no fue hasta que terminé en una banqueta tirada cerca de mi casa y un hombre me ayudó.
Más adelante nos hicimos novios, no era como yo esperaba, fue una relación larga de casi 3 años, él era muy posesivo y obsesivo conmigo, hacia lo que quería, me humillaba y terminó golpeando. Algunas de sus frases eran “Si te dejo, quién podría quererte, que no puedes ver, estás gorda y encogida, nadie se fijará en ti “. Por supuesto mi autoestima estaba por los suelos, y lo peor no podía dejarlo. Las salidas con amigas eran a escondidas, y en una de esas ocasiones terminé conociendo a un muchacho, habíamos fumado marihuana juntos así que nos hicimos amigos, él sabía que tenía novio y no dejó de intentarlo conmigo, fue hasta entonces que vi un rayo de esperanza.
Alguien llegó a mi vida y pudo sacarme de donde me encontraba, pero por desgracia no fue así. Decidí terminar con mi ex, y empecé a salir con este tipo, para ese entonces nosotros ya nos drogábamos todos los días, y supongo que era lo que nos mantenía unidos. Casi termino con sobredosis de Tafil, fue entonces que mis padres tomaron la decisión de llevarme a un centro de Rehabilitación en Chihuahua, no fue grato estar ahí. Fue algo muy difícil y muy doloroso, las personas no eran para nada amables, comíamos comida podrida y las camas estaban llenas de chinches.
Tenía mucho miedo, recuerdo mi primera junta ver a una “joven“ sentada sin calzones, ni pantalones en un bote grande de chiles por consumir, le aventaban agua, la insultaban y la maltrataban.
Fue ahí donde supe que no tenía ni voz ni voto. Mi ego estaba desinflado, me encontraba totalmente sola. Para mi este ha sido un camino muy difícil de recorrer, si pudiera regresar el tiempo, no lo intentaría de nuevo, He tenido recaídas: unas leves y otras bastante fuertes, terminé haciendo lo que prometí que no haría, conocí más drogas, hice más daño del que ya había hecho, terminé vendiéndome por ello, ofreciéndome al mejor postor, viejos, sucios, gordos, vulgares ahora si estaba cogida, sin comer, sin asearme y sin esperanza de cambio. Con el tiempo me he dado cuenta de que no soy lo que pasé, no fueron las circunstancias, los momentos, no soy el pasado, ni tampoco el futuro. Soy lo que soy ahora, soy este momento. Que mis mejores vibras llegan a los corazones de Uds. queridos lectores.
ATT.Lupita. La buena noticia, es que si puede vivir libre de sustancias y conductas tóxicas.- Por tu atención, muchas gracias, más información montrealquebeclatino.com Tratamiento ambulatorio para alcohólicos y drogadictos, sin internamiento, 614 25 85 20.

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