Commentary by Chara
When thinking of Dos Mundos co-founder Manuel Reyes, many things come to mind: community leader; entrepreneur; fighter; pan de dulce (Mexican bread); friend; cheerful, loving human being.
The list could go on. Those of us who knew and loved him probably can’t find enough words to describe this marvelous human being, who left us on Sunday (March 4) at age 79 and is resting in a better place.
Manuel was well-known as “Meño.” Many of his friends, family members and employees became close to Meño, who greeted everyone every day with a smile. He had candid, but kind words for people and was always focused on helping others. His motivation to keep moving forward with his dreams was his family.
His journey in the media industry started with his other half, Clara Reyes. In 1981, he quit his job and started an adventure with the love of his life – an adventure that continues because Manuel has left a legacy that will never die. He and Clara have given the Hispanic community a voice. The impact he has left in Kansas City is something the Hispanic media – and the Kansas City area in general – should recognize and embrace.
“He wanted people to know that we (Hispanics) were here to stay,” Clara said. “We worked really hard, but he knew that giving a voice to our community was the right thing to do.”
In giving the Hispanic community a voice, Meño became a great leader and someone who was always there to listen to everyone. He was dedicated 100 percent to his family, to his work and to his community. He would love to be remembered that way.
People also will think of Meño as someone who was smart, who fought for his dreams and who wanted to see progress in his community. Meño was that type of person because he saw his friends and workers as being part of his family. He used to worry about them as a father would worry about his children. He tried to give words of wisdom when a person needed advice, an opinion if there was an argument and words of comfort when they were necessary. That soul, that spirit will always be alive in our hearts and minds.
People saw Meño as a humble man, a wise mentor who looked after others. And as I stated earlier, they saw him as someone who had a passion for his life and was dedicated to showing his love for his wife and family.
Even when Meño went through difficult times, he found ways to make life seem easier and stayed positive. His strength and love made him a cheerful person to be around. No matter how difficult the situation was, his words were uplifting – and he inspired people with his positive outlook.
There’s no doubt that Meño’s employees, family and friends will always remember him as a mentor and friend, as someone a person could trust. The community will always have him as a leader, a fighter, someone who always used his abilities to give a voice to the thousands of Hispanics who live in the area.
Dos Mundos was just the starting point of a dream that became a reality.
Goodbye, Meño, friend, leader, father, abuelo, señor. We will meet again.
Manuel Reyes dejó un legado que nunca morirá
Al pensar en el cofundador de Dos Mundos, Manuel Reyes, se me ocurren muchas cosas: líder de la comunidad, empresario, luchador, pan de dulce, amigo, alegre, amoroso ser humano.
La lista podría seguir. Aquellos de nosotros que lo conocimos y amamos probablemente no podamos encontrar suficientes palabras para describir a este maravilloso ser humano, que nos dejó el domingo (4 de marzo) a los 79 años y está descansando en un lugar mejor.
Manuel era conocido como «Meño». Muchos de sus amigos, familiares y empleados se hicieron cercanos a Meño, quien saludaba todos los días con una sonrisa. Tenía palabras sinceras pero amables y siempre se centró en ayudar a los demás. Su motivación para seguir adelante con sus sueños era su familia.
Su viaje en la industria de los medios comenzó con su otra mitad, Clara Reyes. En 1981, renunció a su trabajo y empezó una aventura con el amor de su vida, una aventura que continúa porque Manuel dejó un legado que nunca morirá. Él y Clara le han dado voz a la comunidad hispana. El impacto que ha dejado en Kansas City es algo que los medios hispanos y el área de Kansas City en general, deberían reconocer y adoptar.
“Quería que la gente supiera que nosotros (los hispanos) estamos aquí para quedarnos», dijo Clara. «Trabajamos muy duro, pero él sabía que darle la voz a nuestra comunidad era lo correcto».
Al darle voz a la comunidad hispana, Meño se convirtió en un gran líder y alguien que siempre estaba allí para escuchar a todos. Estaba dedicado 100 por ciento a su familia, a su trabajo y a su comunidad. A él le encantaría que lo recordaran de esa manera.
La gente también pensará en Meño como alguien inteligente, que luchó por sus sueños y que quería ver progreso en su comunidad. Meño era ese tipo de persona porque veía a sus amigos y trabajadores como parte de su familia. Solía preocuparse por ellos, como un padre se preocuparía por sus hijos. Trataba de dar palabras de sabiduría cuando una persona necesitaba consejo, una opinión si había una discusión y palabras de consuelo cuando eran necesarias. Esa alma, ese espíritu siempre estará vivo en nuestros corazones y mentes.
La gente veía a Meño como un hombre humilde, un mentor sabio que cuidaba a los demás. Y como dije antes, lo vieron como alguien que tenía una pasión por su vida y estaba dedicado a mostrar su amor por su esposa y su familia.
Incluso cuando Meño pasó por momentos difíciles, encontró formas de hacer que la vida pareciera más fácil y se mantuvo positivo. Su fuerza y amor lo hacían una persona alegre, lo que podías sentir al estar cerca de él. No importa cuán difícil era la situación, sus palabras fueron alentadoras e inspiraron a las personas con su actitud positiva.
No hay duda de que los empleados, familiares y amigos de Meño siempre lo recordarán como un mentor y amigo, como alguien en quien una persona puede confiar. La comunidad siempre lo tendrá como un líder, un luchador, alguien que siempre usó sus habilidades para dar una voz a los miles de hispanos que viven en el área.
Dos Mundos fue sólo el punto de partida de un sueño que se hizo realidad.
Adiós, Meño, amigo, líder, padre, abuelo, señor. Nos reuniremos de nuevo.