By Eulogio JP
I’ve often said the most effective way to fight illegal immigration is to find ways for people to immigrate legally into the United States.
There are thousands of jobs that Americans don’t want to fill, such as farm work. There also are thousands of jobs that are vacant because of a lack of specialized expertise, such as those in science, research and medicine. Clearly, there’s a need for a more inclusive immigration system – one that tries to satisfy this nation’s need for labor.
However, as expected, the Trump administration is pushing the other way. Instead of simplifying the immigration system, it’s proposing a regulation that would make it extremely difficult for many immigrants to come to the United States or receive green cards.
The proposed regulation would overhaul how the federal government evaluates whether an immigrant is “likely or not likely to be a public charge.” In other words, it would redefine the way to determine whether an immigrant needs public assistance.
The government rarely rejects an application based on the possible need for public assistance. But under the proposed definition, an extensive study of an immigrant’s history and economic prospects would be required. Additionally, the proposed definition would give enormous discretion to U.S. Citizenship and Immigration Services agents to reject an immigrant’s application for admission or for a green card because the agent feels that the immigrant doesn’t make enough money.
One of the most controversial aspects of this proposed regulation is that it would change how the federal government looks at public benefits. Under current regulations, cash benefits are the only benefits that can harm an immigrant’s status. The new regulation, however, would include Medicaid, SNAP (food stamps), Section 8 and other housing benefits.
To clarify, having used those benefits wouldn’t automatically disqualify an immigrant from getting a green card. The proposed regulation states that it won’t count against an immigrant any benefits used before the rule takes effect — which won’t happen for several more months.
Still, it’s obvious that the Trump administration’s proposal isn’t what America needs. America needs a proposal that makes the immigration system more inclusive, so that jobs are filled and illegal immigration is fought in the most effective way.
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Esta propuesta de inmigración no es lo que América necesita
A menudo he dicho que la forma más efectiva de luchar contra la inmigración ilegal es encontrar formas para que las personas inmigren legalmente a los Estados Unidos.
Hay miles de empleos que los estadounidenses no desean cubrir, como el trabajo agrícola. También hay miles de puestos de trabajo que están vacantes debido a la falta de conocimientos especializados, como los de ciencia, investigación y medicina. Claramente, existe la necesidad de un sistema de inmigración más inclusivo, que trate de satisfacer la necesidad de mano de obra de este país.
Sin embargo, como se esperaba, la administración de Trump está empujando para otro lado. En lugar de simplificar el sistema de inmigración, propone una regulación que haría extremadamente difícil para muchos inmigrantes venir a los Estados Unidos o recibir tarjetas de residencia.
La regulación propuesta revisará cómo el gobierno federal evalúa si un inmigrante es “probable o no que sea un cargo público”. En otras palabras, redefiniría la forma de determinar si un inmigrante necesita asistencia pública.
El gobierno rara vez rechaza una solicitud basada en la posible necesidad de asistencia pública. Pero según la definición propuesta, se requeriría un estudio extenso de la historia y las perspectivas económicas de un inmigrante. Además, la definición propuesta otorgaría una enorme discreción a los agentes de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de EE. UU. para rechazar la solicitud de admisión de un inmigrante o una tarjeta verde porque el agente considera que el inmigrante no gana suficiente dinero.
Uno de los aspectos más controvertidos de esta regulación propuesta es que cambiaría la forma en que el gobierno federal analiza los beneficios públicos. Bajo las regulaciones actuales, los beneficios en efectivo son los únicos beneficios que pueden dañar el estado de un inmigrante. La nueva regulación, sin embargo, incluiría Medicaid, SNAP (cupones de alimentos), Sección 8 y otros beneficios de vivienda.
Para aclarar, el hecho de haber utilizado esos beneficios no descalificará automáticamente a un inmigrante para obtener una tarjeta verde. La regulación propuesta establece que no contará contra un inmigrante los beneficios utilizados antes de que la regla entre en vigencia, lo que no ocurrirá durante varios meses más.
Aún así, es obvio que la propuesta de la administración Trump no es lo que Estados Unidos necesita. Estados Unidos necesita una propuesta que haga que el sistema de inmigración sea más inclusivo, para que se llenen los puestos de trabajo y se combata la inmigración ilegal de la manera más efectiva.