By Angie Baldelomar
Because of holes in the immigration system, state court judges are granting custody of migrant children to American families, without notifying their parents, a recent Associated Press (AP) investigation revealed.
The risk of this happening has grown exponentially, with hundreds of parents deported thousands of miles away.
The “zero-tolerance” immigration crackdown of Trump’s administration that included the separation of families ended in June. However, hundreds of children remain in detention, shelters and foster care, still separated from their parents. More than 200 are not eligible for reunification or release, U.S. officials claim.
Although federal officials continue to claim they are reuniting families and will continue to do so, the AP investigation found that each state court system runs wardship and adoption proceedings differently, which can cause state court judges to grant custody.
Through the case of a mother separated from her daughter, who was almost given up for adoption, the investigation exposed the fragile legal standing of children under the care of the federal Office of Refugee Resettlement.
Such cases are difficult to track because states usually seal child custody cases, and federal agencies overseeing migrant children do not track how often state court judges allow those kids to be given up for adoption.
Although the issue has surfaced before, it was rare for parents to be deported while their children remained behind in federal foster care. With the Trump administration’s policy of separating families over the summer, however, the situation worsened. More than 300 parents were deported to Central America without their children. Many of them claimed they were coerced into signing paperwork they did not understand.
The AP asked the State Department, and embassy officials in El Salvador, Guatemala and Honduras, whether they were working with deported parents to find their children in the United States. The State Department deferred to the Department of Homeland Security (DHS). In a statement, the DHS claimed it was unaware of anyone contacting the embassy or consulate in a foreign country to be reunified with a child.
“This is unsurprising, given the fact that these parents made a knowing decision to leave their child in a foreign country,” it said.
When they are detained, immigrant parents and children are held in federal custody. But states are the ones that typically run child-welfare systems; this situation can make the children become invisible.
Bethany Christian Services, one of the nation’s largest adoption agencies, has said it informs foster parents they are not allowed to adopt the children, though they have acknowledged that, since the 1980s, nine of the 500 migrant children in its foster program have been adopted by American families.
Many state judges, as demonstrated by the case explored in the investigation, are not familiar with the federal agencies and the procedures regarding immigrant children and foster families. This situation also has caused loopholes that allow children to be adopted by American families.
This is yet another consequence of the family separation policy. Decades of research have shown that children traumatically separated from their parents are more likely to suffer from emotional problems throughout their lives. More recent studies have found that separation can damage a child’s memory.
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Investigación revela que padres deportados podrían perder la custodia de sus hijos
Debido a agujeros en el sistema de inmigración, jueces de los tribunales de estado están dando custodia de los niños migrantes a familias estadounidenses, sin notificar a sus padres, reveló una investigación reciente de la Associated Press (AP).
El riesgo de que pase esta situación ha crecido de manera exponencial, con cientos de padres deportados a miles de millas de distancia.
La represión de inmigración de “tolerancia cero” de la administración de Trump que incluyó la separación de familias terminó en junio. Sin embargo, cientos de niños permanecen en detención, refugios y hogares de acogida, todavía separados de sus padres. Más de 200 no son elegibles para la reunificación o liberación, afirman funcionarios de los Estados Unidos.
Aunque funcionarios federales continúan afirmando que están reunificando a las familias y lo seguirán haciendo, la investigación de AP encontró que cada sistema de tribunales estatales administra los procedimientos de custodia y adopción de manera diferente, lo que puede hacer que los jueces de tribunales estatales otorguen custodia de los niños migrantes a familias estadounidenses.
A través del caso de una madre separada de su hija, que casi termina siendo dada en adopción, la investigación expuso la frágil situación legal de los niños bajo el cuidado de la Oficina Federal de Reasentamiento de Refugiados.
Casos como este son difíciles de rastrear puesto que los estados generalmente sellan los casos de custodia de infantes, y las agencias federales que supervisan a los niños migrantes no rastrean la frecuencia con la que los jueces de los tribunales estatales permiten que esos niños sean entregados en adopción.
Aunque el problema ha surgido antes, era raro que los padres fueran deportados mientras sus hijos se quedaban en custodia federal. Sin embargo, con la política de la administración de Trump de separar a las familias durante el verano, la situación empeoró. Más de 300 padres fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos. Muchos de ellos afirmaron que fueron obligados a firmar documentos que no entendían.
La AP le preguntó al Departamento de Estado de EE.UU., y a funcionarios de las embajadas en El Salvador, Guatemala y Honduras, si estaban trabajando con padres deportados para encontrar a sus hijos en los Estados Unidos. El Departamento de Estado la transfirió al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). En un comunicado, el DHS afirmó que desconocía que alguien se haya comunicado con la embajada o el consulado en un país extranjero para reunificarse con un niño.
“No es sorprendente, dado que estos padres tomaron la decisión de dejar a sus hijos en un país extranjero”, escribió.
Cuando son detenidos, padres e hijos inmigrantes se encuentran bajo custodia federal. Pero los estados son los que normalmente están a cargo de los sistemas de bienestar infantil. Esta situación puede hacer que los niños se vuelvan invisibles.
Bethany Christian Services, una de las agencias de adopción más grandes de la nación, ha dicho que informa a los padres de crianza temporal que no pueden adoptar a los niños, aunque han reconocido que, desde la década de 1980, nueve de los 500 niños migrantes en su programa de crianza han sido adoptados por familias estadounidenses.
Muchos jueces estatales, como lo demuestra el caso explorado en la investigación, no están familiarizados con las agencias federales y los procedimientos relacionados con los niños inmigrantes y las familias de acogida. Esta situación también ha causado lagunas legales que permiten que los niños sean adoptados por familias estadounidenses.
Esto se convierte en otra consecuencia de la política de separación de familias. Décadas de investigación han mostrado que los niños separados de sus padres en situaciones traumáticas son más propensos a sufrir de problemas emocionales a lo largo de sus vidas. Estudios más recientes han encontrado que la separación puede dañar la memoria del niño.