Divulgando la cultura en dos idiómas.

Contemplate this Independence Day

Across the country today and in other places where Americans reside, celebrations for freedom and independence are taking place this week. The Fourth of July is a special holiday; for many, the most special. On this date 243 years ago, delegates from the 13 colonies in what’s now the U.S. formally approved the Declaration of Independence. No longer would they be subjects of the British Crown.
The 1,337-word “unanimous Declaration of the 13 united states of America” is precious and powerful because it affirms the principles on which our government and our identity as Americans are based. Former President Abraham Lincoln called the document “a rebuke and a stumbling-block to tyranny and oppression.”
The preamble reads, “We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal, that they are endowed by their Creator with certain unalienable Rights, that among these are Life, Liberty, and the pursuit of Happiness.” These, our founding principles have inspired, encouraged and emboldened repressed people around the world for centuries. Today, we salute and celebrate these noble ideals with reverent joy, but also with a measure of disquiet.
Compassionate people can’t help but question whether our grand republic is served by our treatment of migrants on our dangerously porous 1,954-mile southern border. Last week, Congress approved $4.6 billion in emergency aid to address the grave humanitarian crisis, but it didn’t include funding to relieve overcrowding in processing centers.
The Doctors Caucus, a group of physicians in Congress visited the border last week. They reported deplorable, overcrowded processing centers and critically overworked border patrol agents experiencing “low morale and high anxiety.”
How do we as a country whose founding principles are espoused by much of the world humanely solve the southern border crisis and address the underlying and long-term causes? That’s the question to inform our Fourth of July contemplation.
We’re confronting enormous issues with competing concerns. On one hand, the U.S. has the right and the responsibility of deciding who’s allowed to enter and stay here and protecting residents against foreign security threats. On the other hand, the U.S. is also obligated by treaty to accept anyone who faces real threats to life or freedoms at home.
Are exercising our territorial sovereignty and protecting refugees at the border mutually incompatible? Can we possibly do both effectively and humanely? Consider this: Human rights advocates insist we can.
Enjoy a safe, happy Independence Day.

_________________________________________________________________________

Para contemplar este Día de la Independencia
Hoy en todo el país y en otros lugares donde viven los estadounidenses, se llevan a cabo celebraciones por la libertad y la independencia. Este 4 de Julio es un día festivo especial; para muchos, el más especial. En esta fecha, hace 243 años, los delegados de las 13 colonias en lo que ahora es Estados Unidos aprobaron formalmente la Declaración de Independencia. Ya no serían sujetos de la corona británica.
La “Declaración unánime de los 13 estados unidos de América” de 1,337 palabras es preciosa y poderosa porque afirma los principios bajo los cuales se basan nuestro gobierno y nuestra identidad como estadounidenses. El ex presidente Abraham Lincoln llamó al documento “una reprensión y un obstáculo para la tiranía y la opresión”.
El preámbulo dice: “Consideramos que estas verdades son evidentes, que todos los hombres son creados iguales, que están dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, que entre ellos se encuentran la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad”. Nuestros principios fundadores, han inspirado, alentado y animado a personas reprimidas en todo el mundo durante siglos. Hoy, saludamos y celebramos estos nobles ideales con gozo reverente, pero también con cierta inquietud.
Las personas compasivas no pueden evitar preguntarse si nuestra gran república recibe el servicio de nuestros migrantes en nuestra frontera sur de 1.954 millas, peligrosamente porosa. La semana pasada el Congreso aprobó $4.6 mil millones en ayuda de emergencia para enfrentar la grave crisis humanitaria pero no incluyó fondos para aliviar el hacinamiento en los centros de detención.
Doctors Caucus, un grupo de médicos en el Congreso visitaron la frontera la semana pasada. Informaron sobre centros de detención deplorables y abarrotados y agentes de patrulla fronteriza con exceso de trabajo crítico que experimentaron “baja moral y alta ansiedad”.
¿Como nosotros, como país, cuyos principios fundadores están respaldados por gran parte del mundo, resolvemos humanamente la crisis de la frontera sur y abordamos las causas subyacentes y de largo plazo? Esa es la pregunta para informar nuestra reflexión del 4 de julio.
Estamos enfrentando enormes problemas con inquietudes en conflicto. Por un lado, Estados Unidos tiene el derecho y la responsabilidad de decidir quién puede ingresar y permanecer aquí y proteger a sus residentes contra amenazas extranjeras a la seguridad. Por otro lado, Estados Unidos también está obligado por un tratado a aceptar a cualquier persona que enfrente amenazas reales a la vida o las libertades en sus países de origen.
¿El ejercicio de nuestra soberanía territorial y la protección de los refugiados en la frontera son mutuamente incompatibles? ¿Podemos hacer ambas cosas efectiva y humanamente? Considere esto: los defensores de derechos humanos insisten en que podemos.
Disfrute de un feliz y seguro Día de la Independencia.

Share:

More Posts

Top Spots: Water park hot spots

Commentary by Tere Siqueira In this edition of our “Top Spots” column, we at Dos Mundos invite you to explore the Greater Kansas City area’s

Related Posts