By Roberta Pardo
The Trump administration proposed Oct. 21 taking DNA samples from immigrants and entering their information into a criminal database, raising privacy concerns for asylum-seekers and minor offenders.
Earlier this month, the Department of Homeland Security (DHS) announced it was trying to expand a pilot program, which ran this summer along the U.S.-Mexico border, that used Rapid DNA technology — which processes DNA samples in about 90 minutes — on people suspected of posing as families to avoid long detention stays.
Unlike the pilot program, this new, larger initiative will obtain a “fuller scope” DNA profile of immigrants, a DHS official told NBC News. The DNA will be used not only to determine parental connections, but also to “identify” apprehended immigrants and transfer information to the FBI’s Combined DNA Index System.
Groups like the American Civil Liberties Union (ACLU) expressed concerns about the rule. Vera Eidelman, an ACLU staff attorney, told NBC News the proposed program transforms DNA collection from a tool for criminal investigations to one of “population surveillance.”
“Forced DNA collection raises serious privacy and civil liberties concerns and lacks justification, especially when DHS is already using less intrusive identification methods like fingerprinting,” Eidelman said to NBC News.
The rule was published on Tuesday, Oct. 22 in the Federal Register. From that point on, it entered a 20-day public comment period.
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Gobierno de Trump propone recolectar muestras de ADN de inmigrantes detenidos
La administración de Trump propuso el 21 de octubre tomar muestras de ADN de los inmigrantes e ingresar su información en una base de datos criminal, lo que plantea preocupaciones de privacidad para los solicitantes de asilo y delincuentes menores.
A principios de este mes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que estaba tratando de expandir un programa piloto, que se ejecutó este verano a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, que utilizaba la tecnología Rapid DNA, que procesa muestras de ADN en aproximadamente 90 minutos, en personas sospechosas de hacerse pasar por familias para evitar largas estancias de detención.
A diferencia del programa piloto, esta iniciativa nueva y más amplia obtendrá un perfil de ADN de inmigrantes de “mayor alcance”, dijo un funcionario de DHS a NBC News. El ADN se usará no sólo para determinar las conexiones de los padres, sino también para “identificar” a los inmigrantes detenidos y transferir información al Sistema de Índice de ADN Combinado del FBI.
Grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) expresaron su preocupación por la regla. Vera Eidelman, abogada de la ACLU, dijo a NBC News que el programa propuesto transforma la recolección de ADN de una herramienta para investigaciones criminales a una de “vigilancia de la población”.
“La recolección forzada de ADN plantea serias preocupaciones de privacidad y libertades civiles y carece de justificación, especialmente cuando el DHS ya está utilizando métodos de identificación menos intrusivos como las huellas digitales”, dijo Eidelman a NBC News.
La regla fue publicada el 22 de octubre en el Registro Federal. A partir de entonces, estará sujeto a 20 días de comentarios públicos.