By Chara
On Thanksgiving Day (Nov. 27), President Trump posted a message on social media announcing his administration would “permanently pause migration from all Third World countries.”
The announcement followed the fatal shooting of National Guard soldier Sarah Beckstrom involving an Afghan national who had been granted asylum. At press time, the shooting was still under investigation.
Trump stated the U.S. immigration system must “fully recover” before accepting additional migrants. His post outlined several goals, including deporting non-citizens who are “not a net asset to the United States”; and expanding vetting and pausing visa processing for individuals from “high-risk” or poorer nations, including refugees and asylum-seekers already in the pipeline.
The president’s statement follows his signing of a proclamation suspending the admission of residents of 12 countries on national-security grounds. According to a proclamation posted online, including on the White House and U.S. Citizenship and Immigration Services websites, countries affected by this measure include Afghanistan, Chad, Haiti and Iran.
The proclamation also included a partial restriction of admission of residents from seven other countries. Those nations included Cuba and Venezuela.
Organizations that work with migrant communities describe the declaration as potentially destabilizing for families awaiting processing, especially those who have already completed parts of the immigration or asylum request process.
Trump anuncia ‘una pausa’ en la migración
El Día de Acción de Gracias (27 de noviembre), el presidente Trump publicó un mensaje en redes sociales anunciando que su administración “pausará permanentemente la migración de todos los países del Tercer Mundo”.
El anuncio se produjo tras el tiroteo mortal de la soldado de la Guardia Nacional Sarah Beckstrom, en el que estuvo involucrado un ciudadano afgano al que se le había concedido asilo. Al cierre de esta edición, el tiroteo seguía bajo investigación.
Trump declaró que el sistema de inmigración estadounidense debe “recuperarse por completo” antes de aceptar más migrantes. Su publicación describió varios objetivos, entre ellos la deportación de extranjeros que “no representan un activo neto para Estados Unidos”; y la ampliación de la investigación de antecedentes y la pausa en el procesamiento de visas para personas de países de “alto riesgo” o más pobres, incluyendo refugiados y solicitantes de asilo que ya están en proceso de admisión.
El anuncio del presidente se produce tras la firma de una proclamación que suspende la admisión de residentes de 12 países por motivos de seguridad nacional. Según una proclamación publicada en línea, incluyendo los sitios web de la Casa Blanca y del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, entre los países afectados por esta medida se encuentran Afganistán, Chad, Haití e Irán.
La proclamación también incluyó una restricción parcial a la admisión de residentes de otros siete países, entre ellos Cuba y Venezuela.
Organizaciones que trabajan con comunidades migrantes describen la declaración como potencialmente desestabilizadora para las familias que esperan ser procesadas, especialmente para aquellas que ya han completado parte del proceso de inmigración o solicitud de asilo.







