Divulgando la cultura en dos idiómas.

Catequesis de la de con el Padre Andrés: ¿Llamados a ser Santos o Demonios?

“Vosotros, pues, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48).

Muy queridos lectores, quiero adentrar un poco en el tema que circunda en estos días en que celebramos en la Iglesia universal dos liturgias muy importantes, la primera el día de precepto de todos los santos que es el primer día del Mes de Noviembre de cada cada año y el siguiente día el Dos de Noviembre, la memoria de Todos los Fieles difuntos. Dos celebraciones que combinan una riqueza de nuestra doctrina impartida por la Iglesia Católica; el primero que nos muestra que es posible alcanzar la santidad y en la otra celebración, que no es posible para nadie escapar de la muerte pero que debemos tener una experiencia cristiana para creer que Jesús venció la muerte y no hace partícipes de vida celestial.
Pero primero hablemos de la Santidad, ¿quiénes están llamados hacer santos? ¿Cómo se puede obtener la santidad? ¿Se nace siendo santos? Bueno pues vamos a entrar en el tema de la Santidad como estilo de vida que se inicia aquí en la tierra, si! Siendo mortales podemos empezar a construir el camino a la santidad, pues la definición de la palabra santidad es: “dejarse conducir por el Espíritu Santo, para de esa manera cumplir la voluntad de Dios viviendo de acuerdo al Evangelio.” De acuerdo a esta definición de santidad todos, y cada uno de los Cristianos, los seguidores de Cristo estamos llamados de dejarnos guiar por medio del compromiso en nuestra vida con evangelio, es un despojarnos del hombre viejo para nacer al hombre nuevo, pero de una manera radical, porque como dice la palabra de Dios: “Pero Jesús le dijo: Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.” Lc. 9,62. En este sentido la palabra apto nos hace ver que debemos estar en regla, con los requisitos cumplidos como cuando nos presentamos para una entrevista de trabajo, quien no cumple con los requisitos, no puedo adquirir el trabajo. Esto nos muestra que la Santidad no es para el Cristiano mediocre o en mis palabras quienes que se quedan con lo básico y no van más allá en la búsqueda de esa verdad que nos va hacer libres.
La Santidad entonces se obtiene en el día a día, en la manera como estoy conectado a Dios por medio de la oración, una oración sencilla pero sincera, que contiene lo que fui, lo que soy y lo que seré, o sea un ofrecimiento total a Dios que nos ha creado. Y pues no se nace siendo santos, pues nacimos con el pecado original, el que se originó por la desobediencia de Adán y Eva hacia Dios. Por el bautismo entramos a formar parte de la familia de Dios por ende parte del grupo que busca la santidad, como dice el Salmo 23: Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
Entonces para buscamos el mal y vamos tras él, cuando la santidad es gratis y es un regalo de Dios para edificar su reino. No dejemos que el mal nos domine, no nos convirtamos en demonios, ya que en conjunto con la celebración de Todos los Santos, el siguiente día se celebra a Todos los fieles difuntos, NO! LA LLAMADA SANTA MUERTE! El Cristiano Católico no rinde culto a la muerte, el Católico Cristiano celebra la vida en CRISTO RESUCITADO, que venció a la muerte. Por eso pedimos por nuestros hermanos difuntos para muy pronto los que no han sido completamente purificados, se laven las vestiduras en la sangre del Cordero Pascual que es Cristo y pasen a disfrutar la vida eterna. Por eso seamos Santos y no demonios.

Padre Andrés Moreno, Parroquia San Antonio, Kansas City Missouri

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