Una nueva semana para compartir con cada uno de ustedes y un nuevo mes, orando por la PAZ de todo el mundo, pero también por la PAZ de nuestras familias. Esta vez quiero compartirles sobre la presencia importante de NUESTROS AMIGOS LOS ÁNGELES.
Etimológicamente viene del Latín Ángelus; del griego Aggelos; de la palabra hebrea “uno que va” o “enviado”, mensajero; y es usada en hebreo para designar tanto a un mensajero divino como a uno humano.
Los Ángeles, a lo largo de toda la Biblia, aparecen representados como un cuerpo de seres espirituales que son intermediarios entre Dios y los hombres: “Lo creaste (al hombre) poco inferior a los Ángeles” (Salmo 8:6). Ellos, al igual que los hombres, son seres creados; “Alabadle, Ángeles suyos todos, todas sus huestes, alabadle! Alaben el nombre de Yahveh. Pues Él lo ordenó y fueron creados” (Salmo 148:2, 5: Colosenses 1:16-17).
El hecho de que los Ángeles fueron creados, fue confirmado en el Cuarto Concilio de Letrán (1215). El decreto llamado “Firmiter”, contra los albigenses, habla del hecho de que ellos fueron creados, y que los hombres fueron creados después de ellos. Este decreto fue repetido por el Concilio Vaticano Primero, en su decreto “Dei Filius”. Hago mención aquí de él, porque las palabras: “El que vive eternamente lo creó todo por igual” (Eclesiástico 18:1) se usan para demostrar la creación simultánea de todas las cosas; pero generalmente se considera que “juntos” puede aquí significar “igualmente”, en el sentido de que todas las cosas fueron “igualmente” creadas. Son espíritus; el autor de la Carta a los Hebreos dice: “¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?” (Heb. 1:14).
Es importante destacar que la Sagrada Escritura da testimonio de la existencia de los Ángeles, desde el libro del Génesis hasta el Apocalipsis y muestra los oficios que ellos desempeñan como servidores de Dios y mensajeros suyos para ayudar a los hombres y mujeres. Los invito a leer San Pablo a los Colosenses (1:16-17).
Los invito a reconocer a los Ángeles de Dios también en nuestras vidas y que los podamos invocar, como el … “Ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día hasta que me ponga en paz con todos los santos, Jesús, José y María”.
No nos sintamos solos, Dios está con nosotros y nuestros amigos los Ángeles también.
NO dejes de participar de la Santa Misa Dominical y de lunes a jueves a las 6 p.m. en 2910 Strong Ave., Kansas City, Kan. 66106, en español.
“Donde se ora el rosario, no falta lo necesario” y siempre unidos con Cristo, que es el camino la verdad y la vida.