por Edie Lambert, Dos Mundos
El empresario de Olathe, Kan. Jesús Salas está comprometido a difundir la palabra, la esperanza y la ayuda de Dios en una nación cuyo pueblo lo necesitan grandemente y está haciendo acopio de fuerzas para recabar apoyo espiritual y práctico para ellos aquí en casa.
“Mucha gente en Cuba está sufriendo, viviendo vidas muy pobres y sin esperanza o fe”, indicó. “Estamos tratando de abrir la consciencia de los hispanos aquí y de toda la comunidad de que la población de Cuba está sufriendo”.
No se trata de política, dijo, sino de llegar con la oración y con contribuciones para los cubanos con urgente necesidad de esperanza y ayuda.
Jesús tiene experiencia de primera mano con las condiciones en las zonas urbanas y rurales de Cuba. Él y su esposa, Carolina, junto con otros dos estadounidenses pasaron una semana en junio en la provincia cubana de Matanzas. Se reunieron con congregaciones católicas romanas y sacerdotes y hermanas religiosas. Fue la tercera misión de Jesús.
“La fe católica está viva, pero se necesitan grandes esfuerzos para que el catolicismo sea relevante e influyente en la inminente Cuba después de Castro”, refirió.
Estando allá, su grupo distribuyó una variedad de artículos donados que sostienen cuerpo y alma. Sus donativos para los adultos incluían vitaminas y analgésicos. Para los jóvenes, tenían libros para colorear de la Biblia y libros de cuentos, acuarelas y crayones.
“Estuvimos allá para tender puentes con el pueblo de Cuba, para traerles esperanza y hacerles saber que personas en EE.UU. están orando por ellos. Queríamos saber cómo podemos ayudarles. Y queríamos dar a los niños lecciones sobre el catolicismo”, informó.
En misiones anteriores, Jesús instaló 11 de 20 sistemas de purificación de agua disponibles en los centros de salud, centros ecuménicos e iglesias. En junio, identificó más lugares que necesitan agua potable. Ahí, está planeando instalar los 9 sistemas de purificación de agua restantes.
Desde su regreso, él ha propagado las noticias sobre la situación de los cubanos y el estado del catolicismo en Cuba. Se dirigió a los compañeros fieles en la iglesia de la Santa Cruz en Overland Park y fue un invitado en el programa de radio de KYYS-AM (La X 1250) “Hablando con los Expertos”. Sus objetivos son reclutar y organizar a otros en la comunidad dispuestos a hacer proselitismo y ayudar en Cuba y establecer un conducto para suministros de ayuda desde el área de Kansas City.
Él espera atraer a suficientes voluntarios para hacer visitas más frecuentes. Lo pueden localizar en el
(913) 633-3199.
De acuerdo con la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, el 77% de los 11 millones de habitantes de Cuba tienen menos de 54 años.
“Eso significa que la mayoría de los cubanos nacieron en la Cuba post-revolucionaria cuando oficialmente era atea”, refirió.
Ahora que es un Estado seglar, los cubanos pueden practicar su religión abiertamente.
“Hay una enorme necesidad de que la gente desarrolle algún tipo de fe y se reúna en las congregaciones religiosas”, indicó. “Hay 320 sacerdotes y 650 hermanas religiosas en Cuba; y están trabajando duro, pero la tarea que les espera es abrumadora”.
Sólo el 10% de los 6.6 millones que se identifican a sí mismos como católicos en Cuba practican el catolicismo, dijo.
“Nuestra misión principal es establecer comunicación con ellos y llevar la palabra de Dios”, concluyó.
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Businessman taking hope and help to Cuba
Olathe, Kan., businessman Jesus Salas is committed to spreading God’s word, hope and aid in a nation whose people greatly need it and mustering spiritual and practical support for them here at home.
“A lot of people in Cuba are suffering, living very poor lives and with no hope or faith,” Salas said. “We’re trying to open the consciousness of Hispanics here and the whole community that the people of Cuba are suffering.”
It’s not about politics, but about reaching out with prayer and contributions for Cubans in desperate need of hope and help, he said.
Salas has firsthand experience with the conditions in urban and rural Cuba. He and his wife Carolina, along with two other Americans, spent a week in June in the Cuban province of Matanzas. They met with Roman Catholic congregations and priests and nuns. It was Salas’ third mission.
“The Catholic faith is alive, but tremendous efforts are needed for Catholicism to be relevant and influential in the imminent post-Castro Cuba,” Salas said.
While there, Salas’ group distributed a variety of donated body-and-soul sustaining items. Their handouts for the adults included vitamins and painkillers. For youngsters, they had Bible coloring books and storybooks, watercolors and crayons.
“We were there to build bridges with the people of Cuba, to bring them hope and let them know people in the U.S. are praying for them,” Salas said. “We wanted to find out how we can help. And we wanted to give kids lessons about Catholicism.”
On previous missions, Salas installed 11 of 20 available water purification systems in health centers, ecumenical centers and churches. In June, he identified more locations in need of clean water. There, he’s planning to install the remaining nine water purification systems.
Since his return, Salas has spread the word about the plight of Cubans and the state of Catholicism in Cuba. He addressed fellow worshippers at Church of the Holy Cross in Overland Park and was a guest on KYYS-AM (La X 1250) radio’s “Talking with the Experts.” His goals are to enlist and organize others in the community willing to proselytize and aid in Cuba and establish a conduit for relief supplies from the Kansas City area.
Salas hopes to engage enough volunteers to make more frequent visits. He can be reached at (913) 633-3199.
According to the U.S. Central Intelligence Agency, 77 percent of Cuba’s 11 million people are under age 54.
“That means most Cubans were born in post-revolutionary Cuba, when it was officially atheist,” Salas said.
Now that it’s a secular state, Cubans can practice their religion openly.
“There’s a huge need for people to grow some kind of faith, to reunite in religious congregations,” Salas said. “There are 320 priests and 650 nuns in Cuba, and they’re working hard, but the task ahead of them is overwhelming.”
Only 10 percent of Cuba’s 6.6 million self-identified Catholics practice Catholicism, he said.
“Our main mission is to build communications with them and bring the word of God,” Salas said.