Las tragedias recientes en Illinois, California y Texas deben ser recordatorios para los americanos para que hagan algo importante: enseñarle a las futuras generaciones sobre los peligros del racismo y la discriminación.
Como lo declara el sitio en la red de Global Issues: “el racismo y la discriminación se han utilizado como armas poderosas, motivando el temor u odio hacia otros en momentos de conflicto y guerra -e incluso durante recesiones económicas”. Desgraciadamente, se han utilizado durante toda la historia de Estados Unidos.
El racismo y la discriminación son problemas que sigue enfrentando nuestra sociedad, problemas que son perpetuados por la falsa idea de la supremacía. Por ejemplo, el tiroteo reciente de un ciudadano mexicano en Texas, se debió a discriminación. Otro ejemplo es el tiroteo de Laquan McDonald, un joven africano americano de 17 años de edad, en Chicago. Esta no es la primera vez que le hayan disparado a un africano americano debido a su raza. Si nosotros los americanos no seguimos trabajando para eliminar el racismo, esta no será la última vez.
Muchos musulmanes que viven en Estados Unidos están enfrentando la discriminación después de los ataques terroristas en noviembre en la ciudad de París y el 2 de diciembre en San Bernardino, California. Debido a los ataques, muchos americanos están considerando equivocadamente a todos los musulmanes como gente mala. Al igual que cualquier otro grupo religioso o étnico, existen muchos musulmanes nobles que buscan la paz.
En un país tal como Estados Unidos, encontrar múltiples razas y religiones es parte de la vida. Llegar a conocer a personas de otros orígenes ayudará a los americanos a crear perspectivas válidas de sus colegas americanos, a diferencia de los puntos de vista arrojados por los grupos racistas y ciertos segmentos de los medios de comunicación.
Nosotros como adultos podemos ayudar a las generaciones más jóvenes sobre las numerosas culturas y tradiciones dentro y fuera de Estados Unidos. Al hacerlo ayudaremos a luchar contra el racismo y la discriminación –y reducir drásticamente su fuerza.
Teaching about dangers of racism and discrimination remains important
Commentary by Chara
The recent tragedies in Illinois, California and Texas should be reminders to Americans to do something important: teach future generations about the dangers of racism and discrimination.
As the Web site Global Issues states: “Racism and discrimination have been used as powerful weapons, encouraging fear or hatred of others in times of conflict and war – and even during economic downturns.” Unfortunately, they’ve been used throughout America’s history.
Racism and discrimination are problems our society continues to face, problems that are perpetuated by the false idea of supremacy. The recent shooting of a Mexican national in Texas, for example, was motivated by prejudice. Another example is the shooting of 17-year-old African American Laquan McDonald in Chicago. This isn’t the first time an African American has been shot because of his or her race. If we Americans don’t continue working to eliminate racism, it won’t be the last.
Many Muslims living in the United States are facing discrimination following the terrorist attacks in November in Paris and on Dec. 2 in San Bernardino, Calif. Because of the attacks, many Americans have wrongly come to see all Muslims as bad people. As with any religious or ethnic group, there are many good, peace-seeking Muslims.
In a country such as the United States, encountering multiple races and religions is a part of life. Getting to know people from other backgrounds will help Americans create valid perspectives of their fellow Americans, unlike the viewpoints spewed by hate groups and certain segments of the media.
We adults can help teach younger generations about the many cultures and traditions inside and outside the United States. Doing so will help fight racism and prejudice – and drain them of their power.