“Corta esa relación, olvídate.”
Muchas de las víctimas de violencia doméstica escuchan este consejo diariamente. Sin embargo, terminar con una relación abusiva no es tan simple. La violencia doméstica va más allá de abuso físico o emocional, ya que los abusadores usan el poder, el control y la manipulación para mantener a sus víctimas en las relaciones.
El Psicólogo Lenore Walker ha identificado un ciclo común en este tipo de relaciones. En la primera etapa, los factores de estrés afectan la relación. Podrían incluir las finanzas, los niños y el empleo. Durante esta etapa, la víctima trata de alagar y satisfacer abusador, tratando de calmar la situación para evitar un estallido violento. Por desgracia, cuando se trata de violencia doméstica las cosas tienden a escalar rápidamente.
A poco tiempo la relación alcanza un episodio de maltrata. Según Walker, esto es normalmente provocado por un factor externo. Por lo tanto, la violencia es impredecible – e incontrolable por la víctima.
En cuanto los episodios violentos disminuyen la relación se transforma en luna de miel. El abusador se convierte en un maestro de la manipulación, disculpándose por sus acciones, con la promesa de nunca ser violento de nuevo, y muestra afecto, satisfacción y utilidad. Esta fachada engaña a la víctima haciéndole creer que no hay razón para cortar la relación.
Algunos psicólogos no están de acuerdo con el ciclo de Walker, argumentando que muchas víctimas no experimentan una fase de luna de miel. Para ellos, la violencia doméstica no termina después de un episodio violento. Muchas víctimas experimentan cientos de ciclos.
Si alguien pasa por el tipo de ciclo de Walker describe, hay un sinnúmero de razones por lo cual las víctimas permanecen en relaciones abusivas. Cortar la relación es peligroso para ellos – y puede escalar a consecuencias mortales. Por lo tanto, los defensores de las víctimas de abuso doméstico sugieren buscar el apoyo de profesionales capacitados, el desarrollo de planes de seguridad y la creación de pasos a seguir.
Las personas cercanas quieren salvar a la víctima – pero la próxima vez que recomiendes a alguien simplemente que “la corte” piensa de nuevo. Nadie quiere ser abusado pero requiere mucha fuerza y apoyo salir adelante.
Nota: Si usted o alguien que conoce está experimentando el abuso verbal, emocional o física, visite www.thehotline.org.
Leaving an abusive relationship is often complicated
Commentary by Carey Juez-Perez
“Just leave him/her. Break up.”
Many domestic violence victims hear the above advice daily from friends and relatives. However, leaving an abusive relationship isn’t that simple. Domestic violence goes beyond physical or emotional abuse, as abusers use power, control and manipulation to keep their victims in relationships.
Psychologist Lenore Walker has identified a common cycle in abusive relationships. In the first stage, stressors affect the relationship. They might include finances, children and employment. During this stage, the victim often pleases the abuser, attempting to calm the situation to prevent a violent outburst. Unfortunately, in domestic violence, the situation escalates.
Eventually, the relationship reaches the acute battering episode. According to Walker, this is typically sparked by an external factor. Therefore, the violence is unpredictable – and uncontrollable by the victim.
When the violence subsides, the relationship morphs into the honeymoon phase. The abuser becomes a master manipulator, apologizing for his or her actions, promising to never be violent again, and displaying affection, gratification and helpfulness. This facade tricks the victim into believing there’s no reason to leave.
Some psychologists disagree with Walker’s cycle, reporting that many victims don’t experience a honeymoon phase. For them, domestic violence doesn’t end after one violent episode. Many victims experience hundreds of cycles.
Whether or not someone goes through the kind of cycle Walker describes, there are countless reasons why victims stay in abusive relationships. Leaving is the most dangerous time for them – and it can turn deadly. Thus, advocates of domestic abuse victims suggest seeking support from trained professionals, developing safety plans and creating next steps.
A loved one’s instinct is to “save” a domestic violence victim by getting that person to leave the abuser. But the next time you think about saying, “Just leave him/her,” think again. No one wants to be abused multiple times, but leaving isn’t as simple as that.
Note: If you or someone you know is experiencing verbal, emotional or physical abuse, visit www.thehotline.org.