Divulgando la cultura en dos idiómas.

En la escuela con Jesús 09/01/16

Religion

Paz y bien para todos en esta última semana del mes de agosto y comienzo del mes de septiembre, le doy gracias a DIOS por tantas bendiciones que nos da cada día y que bueno poder reconocer que de Él provienen tantos y tantos  beneficios. Por eso los animo hermanos a seguir en la lucha de cada día, no hay que rendirnos.
El domingo 28 de agosto, hubo varias celebraciones y la alegría de VER personas tan comprometidas en la Evangelización, especialmente en cada uno de los MINISTERIOS, ya que se llevó acabo la tercera feria de los MINISTERIOS en LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA UNIDAD, esto con el fin de dar a conocer cada una de las actividades pastorales que tenemos como comunidad hispana y también cómo las personas se pueden unir a algún Ministerio, para hacer crecer nuestra familia parroquial y sobre todo para que NUESTRO Señor JESUCRISTO sea CONOCIDO, AMADO, SEGUIDO Y SERVIDO; además 15 personas adultas recibieron sus Sacramentos: 3 personas el Sacramento del Bautismo, Comunión y Confirmación, 8 personas sólo el Sacramento de la Confirmación, 2 personas el Sacramento de la Comunión y Confirmación y 2 personas sólo el Sacramento de la Comunión, ha sido una gran bendición de Dios, les decía  que era el comienzo de un camino de SANTIDAD.
Continuando con nuestro artículo sobre la Exhortación Apostólica AMORIS LAETITIA “la alegría del amor” sobre el amor de la familia, en el Antiguo Testamento, la palabra más usada después de YHWH (Yahve), es “hijo” (ben), que remite a “banah”= construir. Ellos son la “herencia de Dios” (Sal 127,1.3-5). Los hijos muestran la continuidad de la historia de la salvación de generación en generación (14). Desde esta perspectiva, la familia es la IGLESIA DOMÉSTICA y CENTRO DE CATEQUESIS PARA LOS HIJOS (16). Esto se ve claramente en el relato de la haggadah judía en la noche de la pascua: Éxodo 13,14; Salmo 146,12.
Bíblicamente, los padres enseñan la fe y los hijos la acogen y la cumplen (Éxodo 20,12), tanto que honrar se comprende cómo cumplir sin excusas (Siracida 3,3-4). Sin embargo la misma Escritura enseña que los hijos no son propiedad de la familia, sino que tienen su propio camino (Lucas 2,51; Lucas 9,59-62). La  actitud de Jesús es interesante, ya que valora a los niños en medio de una sociedad que no les daba su lugar (Mateo 18,3-4).
Por otra parte, la Escritura no desconoce que el sufrimiento está presente en las familias, tanto que Jesús habla de matrimonio en contexto de divorcio (Mateo 19,3-9): la violencia intrafamiliar representada en Caín y Abel,  el desplazamiento y las injusticias (21), la muerte y la enfermedad de tantos seres queridos (Lucas 7,11-5). A todas estas situaciones responde Jesús con su predicación en parábolas (19). La Palabra de Dios acompaña a las familias en todo momento (Apocalipsis  21,4), no sólo en las dificultades, sino también en las situaciones diarias, por ejemplo en el trabajo, que es esencial para el desarrollo de la dignidad humana y familiar. El trabajo tiene una dimensión social y no sólo personal (Proverbios 31,10-31). El desempleo, a su vez, es sufrimiento, como es el caso de Rut. Ahora bien, no se puede justificar el trabajo a costa del sacrificio del ambiente (26); es decir, no se pueden admitir planes y políticas (nacionales o industriales) que justificándose en la oferta de empleo, acaben con la naturaleza.
La ley cristiana es el AMOR y sus FRUTOS son la MISERICORDIA, el PERDÓN, y la TERNURA (28). Dios confía a los padres la educación y crianza de los hijos, no sólo con rigidez, sino también con PACIENCIA y PERSEVERANCIA, mostrando con las obras lo que se procura inculcar en los hijos (29).
No olvidemos mes de SEPTIEMBRE mes de la Biblia, “Desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo. San Jerónimo”, que la Palabra de Dios sea la norma y guía de nuestra vida, dedícale tiempo a leerla, meditarla, compartirla y vivirla.

BENDICIONES PARA TODOS!!!

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