Divulgando la cultura en dos idiómas.

Eulogizing Hispanic heritage

 

Our annual celebration of contributions, cultures and histories of people or their ancestors who came here from Mexico, Central and South America, the Caribbean and Spain is nearly half a century old. On Sept. 17, 1968, Congress sent to then-President Lyndon Johnson House Joint Resolution 1299 to designate the week of Sept. 15 as National Hispanic Heritage Week.
That day, Johnson enacted Public Law 90-498 and issued Proclamation 3869 establishing the commemorative event. It read, in part: “It is with special pride that I call the attention of my fellow citizens to the great contributions to our national heritage made by our people of Hispanic descent – not only in the fields of culture, business and science, but also through their valor in battle.”
Twenty years later, President Reagan amended P.L. 90-498, expanding the commemorative event to a month. The 30-day period covers noteworthy dates in Latin American history.
Sept. 15 is the anniversary of independence in Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras and Nicaragua. Mexico celebrates Independence Day on Sept. 16, Chile, Sept. 18 and Belize, Sept 21. Día de la Raza falls on Oct. 12. Observed here as Columbus Day, Día de la Raza is a national holiday in Mexico. It commemorates the date in 1492 that Christopher Columbus first landed in the Bahamas and claimed it for Spain.
President Reagan enacted P.L. 100-402 on August 17, 1988 designating Sept. 15 to Oct. 15 National Hispanic Heritage Month. It took effect in January 1989.
Less than a month after enacting the law, Reagan issued Proclamation 5859 heralding National Hispanic Heritage Month. In it, he wrote: “Across the centuries and all around our land, people of Hispanic descent from Europe and throughout the Americas have written countless chapters in the unique saga of the United States. Let us pause during National Hispanic Heritage Month, 1988, to reflect on the many and varied cultural heritages of Hispanic Americans and on the continuing and growing part these citizens play in affirming America’s heritage of faith, freedom, brotherhood, and opportunity, and in creating that heritage anew.
“Hispanic Americans give many gifts to our Nation, such as perpetuating the traditions of their ancestral homelands and offering a great array of talents and insights as they achieve and excel in every area of endeavor. But perhaps their most notable gift is their testimony about the power of the American dream to inspire miracles. The accomplishments of Hispanic Americans through the years remind all of us that in America we are blessed with the freedom to live, work, and worship in peace and to build a better life for ourselves and our children. Generations of proud, hardworking, enterprising Hispanic Americans have strengthened our communities and fought for our country. They have believed in America’s miraculous promise and have helped preserve that promise.
“This is good reason during National Hispanic Heritage Week for every citizen who loves our Nation to salute Hispanic Americans. We should do so in gratitude for their love of this country and for the many ways they have expressed that love in accordance with the creed, “Creemos en Milagros-we believe in miracles.”

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Elogiando la herencia hispana

Nuestra celebración anual de contribuciones, culturas e historias de personas o sus ancestros que llegaron aquí de México, Centro y Sudamérica, el Caribe y España tiene casi la mitad de un siglo de antigüedad. El 17 de septiembre de 1968, el Congreso le envió a quien entonces era el presidente Lyndon Johnson, la Resolución Conjunta de la Cámara 1299 para designar la semana del 15 septiembre como la Semana Nacional de Herencia Hispana.
Ese día, Johnson promulgó la Ley Pública 90-498 y decretó la proclamación 3869 estableciendo el evento conmemorativo. Decía, en parte: “Con un orgullo especial hago un llamado a mis ciudadanos para dar atención a las grandes contribuciones para nuestra herencia nacional realizadas por nuestro pueblo de descendencia hispana -no solamente en los campos de cultura, negocios y ciencias, sino también mediante su valor en la batalla”.
Veinte años después, el presidente Reagan enmendó la P.L. 90-498, expandiendo el evento conmemorativo hacia un mes. El período de 30 días cubre las fechas conmemorables de la historia latinoamericana.
El 15 de septiembre es el aniversario de la Independencia en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. México celebra su Día de Independencia el 16 de septiembre; Chile lo conmemora el 18 de septiembre y Belice el 21 de septiembre. El Día de la Raza es el 12 de octubre. Celebrado aquí como el día de Colón, el Día de la Raza es un día festivo nacional en México. Conmemora la fecha en 1492 en que Cristóbal Colón llegó a las Bahamas y lo reclamó para España.
El presidente Reagan proclamó la P.L. 100-402 el 17 de agosto de 1988 designando del 15 de septiembre al 15 de octubre el Mes Nacional de Herencia Hispana. Lo cual entró en vigencia en enero de 1989.
Menos de un mes después de ordenar la ley, Reagan decretó la proclamación 5859 anunciando el Mes Nacional de Herencia Hispana.
En ello, él escribió: «A través de los siglos y por todo nuestro país, la gente de descendencia hispana de Europa y por las Américas han escrito innumerables capítulos en la original saga de Estados Unidos. Tomemos una pausa durante el Mes Nacional de Herencia Hispana, 1988, para reflejar en las numerosas y variadas herencias culturales de hispanos americanos y en la continua y creciente parte que estos ciudadanos juegan en afirmar la herencia de Estados Unidos de fe, libertad, hermandad y oportunidad, y en crear de nuevo esa herencia.
«Los hispanos americanos han dado muchos regalos a nuestra nación, tales como perpetuar las tradiciones de sus países ancestrales y ofrecer una gran variedad de talentos y perspectivas a medida que logran y sobresalen en cada área de disciplina. Pero quizás su regalo más notable es su testimonio sobre el poder del sueño americano para inspirar milagros. Los logros de los hispanos americanos mediante los años nos recuerdan a todos que en Estados Unidos somos bendecidos con la libertad para vivir, trabajar y rendir culto en paz y para construir una mejor vida para nosotros mismos y para nuestros hijos. Las generaciones de hispanos americanos orgullosos, trabajadores y emprendedores han fortalecido nuestras comunidades y peleado por nuestro país. Ellos creen en la promesa milagrosa en Estados Unidos y han ayudado a conservar esa promesa.
«Esta es una buena razón durante la Semana Nacional de Herencia Hispana para que cada ciudadano que ama a nuestro país salude a los hispanos americanos. Debemos hacerlo en gratitud por su amor a este país y por las numerosas maneras que ellos han expresado ese amor de acuerdo con el credo, «Creemos en milagros».

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