Divulgando la cultura en dos idiómas.

Mexico’s Earthquake Generation

This speech is very different from the one I originally intended to give. I was going to encourage you to disobey, ignore politicians, dare to question everything, never remain silent and show me a Mexico that’s full of hope and possibilities. But you were way ahead of me.
​You are the first generation to graduate after the terrible earthquake that hit part of this country. And that, I must tell you, is a great responsibility. You are now entrusted with the task of rescuing, shielding and changing Mexico. Your generation will be the generation of the breakthrough.
I am extremely proud — we all are — of how many of you reacted immediately after the quake. Shrugging off the risks and well aware of the huge governmental vacuum, you took to the streets to rescue people, move concrete blocks, coordinate aid groups and put into practice everything you’ve learned in the past four years. You didn’t wait for instructions or permission. It was trial by fire. ​
I disagree with those who describe the millennial generation as being apathetic and indifferent. I had two millennials at home not long ago, I work with dozens of them and I’ve learned a lot from your generation. As a journalist, I appreciate that you’re skeptical about everything and everyone. And as an immigrant — I am Mexican, but I’ve lived in the United States for many years now — I appreciate your fight for equality. Nobody is superior or inferior to anyone else. And in a society as unequal as ours, in Mexico, we need people like you who will not remain idle while others are discriminated against because of their social status, religion, skin color, sexual orientation or how much they have in their bank account.
​You are the first generation to have a better command of the latest technology than your teachers (raise your hand if you slept next to your phones last night). But let me say two things. First, the key problems of the world will not be solved with an app. And second, mobile phones, as others have said, bring us closer to those who are far away, yet they alienate those who are close to us. Don’t be deceived. Don’t let your gatherings turn into parties where everyone’s head is down. Raise your head and look at the person in front of you. Yes, use your phones, but don’t forget to live your life for real. Trust me — the happiest and most successful people are not the ones who get the most likes.
​You, with your mobile phones and your social networks, have the most powerful voice in Mexican history. Nobody can scream louder. Use that voice. Use it to condemn. It’s not normal that more than 87,000 people have been killed during the current administration. It’s not normal that there are 43 students missing from Ayotzinapa. It’s not normal that so many former presidents and governors are multimillionaires. Do not normalize violence, impunity or corruption. We deserve a much better country than the one our ruling leaders have given us.
​The hardest part is yet to come. Mexico’s presidential election is less than a year away, and you cannot afford to disregard it or think you have nothing to do with it. Because you have a lot to do with it: You must change our nation’s direction.
​I’m part of the generation who saw this university collapse. An earthquake in 1979 destroyed Ibero-American University, but we got to work and soon realized that bricks and mortar do not make a university. Adversity made us stronger, and my generation is full of creative, inquisitive and nonconformist people.
​You are the earthquake generation. You have to break with the old Mexico and build a new one. These past few days, you’ve shown us what you are capable of. Now, please, raise your head and use your powerful voice. After the earthquake, it’s become clear that you’re leading the way.
P.S.: The worst shooting massacre in the U.S. is tragic in two ways: First, because of the staggering loss of life in Las Vegas, and second, because it will, unfortunately, happen again. No political will exists in order to bring about sensible gun control. So one massacre happens after the other, and that’s normal. But for how long?
(Jorge Ramos, an Emmy Award-winning journalist, is a news anchor on Univision. Originally from Mexico and now based in Florida, Ramos is the author of several best-selling books. His latest is “Take a Stand: Lessons From Rebels.” Email him at jorge.ramos@nytimes.com.) 

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La Generación del Terremoto

Este es un discurso muy distinto al que pensaba pronunciar. Iba a pedirles que desobedecieran, que no le hicieran caso a los políticos, que no tuvieran miedo de cuestionarlo todo, que no se quedaran callados y que me enseñaran un México lleno de esperanza y posibilidades. Pero se me adelantaron.
Ustedes son la primera generación que se gradúa tras el terrible terremoto que sacudió recientemente a una parte del país y esa es, temo decirles, una enorme responsabilidad. A ustedes les toca rescatar, proteger y cambiar a México. La suya es la generación del rompimiento, la del sismo social.
Estoy — estamos — extraordinariamente orgullosos de la manera en que muchos de ustedes reaccionaron momentos después del temblor. Sin importar los riesgos y ante los enormes vacíos del gobierno, se lanzaron a las calles a rescatar gente, a mover bloques de cemento, a coordinar la ayuda de otros ciudadanos y a poner en práctica todo lo que han aprendido en esta universidad por los últimos cuatro años. No esperaron a que nadie les diera instrucciones ni permiso. Ustedes se graduaron, literalmente, con una prueba de fuego.
Por eso no estoy de acuerdo con los que han descrito a la generación de los “millennials”como apática e indiferente. Hasta hace poco tuve a dos en casa, trabajo con decenas de ellos y he aprendido mucho de ustedes. Como periodista, aprecio que dudan de todo y de todos. Y como inmigrante — soy mexicano pero hace años que vivo en Estados Unidos — reconozco su lucha por la igualdad. Nadie es superior o inferior. Y en una sociedad tan desigual como la mexicana se necesitan personas como ustedes que no permitan que nadie sea discriminado por su origen social, religión, color de piel, orientación sexual o por el saldo en su cuenta de banco.
Ustedes son la primera generación que sabe usar la última tecnología mejor que sus profesores. (Es quizás una cuestión de cercanía: Qué levanten la mano los que anoche durmieron pegaditos a su celular). Pero déjenme decirles dos cosas. La primera es que los principales problemas del mundo no se resuelven con una aplicación en el teléfono. Y lo segundo es que los celulares, como otros lo han dicho, nos acercan a los que están lejos pero nos separan de los que están cerca. No se vayan con la finta. No permitan que sus encuentros terminen como una cena de nucas. Levanten la cabeza y vean quien está delante de ustedes. Sí, usen sus celulares, pero no se olviden de vivir la vida en vivo. Créanme que el más feliz y exitoso no es el que se lleva más “likes” a la tumba.
Ustedes, con sus celulares y en las redes sociales, tienen la voz más potente que ha existido en la historia de México. Nadie puede gritar más fuerte. Usen esa voz. Primero para denunciar. No es normal que nos maten a más de 87 mil personas este sexenio. No es normal que desaparezcan a 43 estudiantes de Ayotzinapa. No es normal que tantos expresidentes y exgobernadores sean multimillonarios. No normalicen la violencia, la impunidad y la corrupción. Nos merecemos un país mucho mejor que el que nos han dado los gobernantes de turno.
Ya les dije por qué los admiro tanto y los felicito. Pero ahora viene lo más difícil. A menos de un año de las elecciones presidenciales, ustedes no pueden hacer como que se les apareció la Virgen y que no es con ustedes. Sí, es con ustedes. Están obligados a llevar al país en una dirección distinta.
Yo soy de la generación a la que se le cayó la universidad. En el temblor de 1979 se nos cayó la Iberoamericana y pusimos en práctica el dicho de que la universidad no son las paredes y los techos. Aprendí televisión en un cartón de colores. Pero la adversidad nos hizo más fuertes y mi generación es de creadores, de preguntones y de gente que no se deja.
Ustedes son la generación del terremoto. Les toca romper con un México viejo y construir el nuevo. En los últimos días nos han demostrado de lo que son capaces. Ahora, por favor, levanten la cabeza, vean de frente y usen su poderosa voz. Tras el terremoto ya lo demostraron: Ustedes van por delante.
(P.D.: La peor masacre en la historia de Estados Unidos es doblemente triste: Primero, por la enorme pérdida de vidas en Las Vegas y, segundo, porque desafortunadamente se volverá a repetir. No hay ninguna voluntad política para controlar el uso de armas. Lo normal es que una masacre le siga a otra. ¿Hasta cuándo?)
(Jorge Ramos, periodista ganador del Emmy, es el principal director de noticias de Univision Network. Ramos, nacido en México, es autor de nueve libros de grandes ventas, el más reciente de los cuales es “A Country for All: An Immigrant Manifesto.”)

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