Toda relación amorosa comienza llena de ilusiones. Primero es el enamoramiento, a continuación la boda, después amueblar tu casita, le siguen los hijos y así se continúa la construcción de un castillo lleno de esperanzas y lindos sueños.
Pero la triste realidad es que se presentan serias batallas en la relación, como falta de dinero, falta de entendimiento y falta de respeto. Por estas razones, muchos castillos se derrumban y tantas parejas se divorcian.
Lo sorprendente es que muchos de estos rompimientos pudieron prevenirse. Los estudios muestran que un considerable porcentaje de los casos de divorcio pueden evitarse si las parejas acuden a terapia matrimonial al primer signo de crisis, en vez de esperar a que la relación se deteriore.
Sin duda, uno de los sucesos más dolorosos por el que un ser humano puede pasar es la muerte de un ser querido y el otro es un divorcio. Y la parte más triste del cuento es cuando tienes que separarte de tus hijos para compartirlos por ciertos períodos.
Si tu castillo se derrumbó no significa que la vida de tus hijos se desplomó. La salud emocional de un niño se determina por la interacción que exista entre sus padres ¡casados o divorciados! Por eso, la clave para el bienestar de ellos es mantener la armonía y la paz entre dos adultos que reconocen que es más saludable construir castillos por separado.
Tips: Cómo manejar el divorcio con los hijos…
1) No importa cuán amargo haya sido el trato de tu ex esposo, nunca hables negativamente de él con tus hijos.
2) Déjales saber que ellos NO son los causantes de la separación. Explícales que la situación familiar va a cambiar por el bien de todos.
3) Motiva a tus hijos a que expresen sus sentimientos respecto al divorcio. El mejor momento es durante actividades que sean placenteras para ellos como pintar, jugar cartas o escuchar música.