Hace un tiempo a través de un Facebook Live conocí a Natalia Padrón mejor conocida en redes sociales como “Naty Wellness” una mujer con cáncer en etapa IV, esto quiere decir que el cáncer que comenzó en un seno se regó otras partes de su cuerpo. El pronóstico de vida que le dieron fue de máximo tres años, sin embargo ya cumplió más de cinco años en este etapa de metástasis. Y aún con este diagnóstico, ella asegura tener la fórmula que le ha prolongado la vida y la fuerza para enfrentar esta enfermedad, esta fórmula le ha permitido superar todo pronóstico que los doctores le han dado, incluso superar el tiempo de vida que le habían dicho que le quedaba.
Este secreto, no tiene que ver con la ciencia, medicinas ni cirugías sino con algo tan sencillo pero que pocos ponen en práctica: el arte de agradecer. Aún quedándose sin trabajo, sin pareja y con tres hijos, Naty agradece cada día el milagro de poder despertarse. Su actitud es tan positiva que hasta yo como motivadora y sobreviviente de cáncer me sorprendo por la manera que asume esta batalla.
La primera vez que conversé con ella debo confesarles que quedé boquiabierta y muy pensativa, pues lo cierto es que es muy fácil agradecer cuando todo va bien, pero cuando sabes que tus días están contados, que no tienes con qué pagar tus facturas, que probablemente no vas a poder acompañar a tus hijos en los momentos más importante de sus vidas, creería yo que es más fácil reprochar y preguntarse ¿Por qué a mi? pero esta sabia mujer me enseñó que cuando se agradece desde lo más profundo del ser, se emite una frecuencia vibratoria más elevada que permite vivir con paz interior sin importar la tormenta en que te encuentres.
No importa la religión o filosofía que tengas, practicar la gratitud es un estilo de vida, que va más allá de expresar la palabra GRACIAS, es sentir que realmente se valora y aprecia lo que se tiene. Y como afirma mi querida Naty la mejor manera de agradecer es dar sin esperar recompensas, ahí está el secreto de las bendiciones que llegan llenas de paz, plenitud y felicidad.
Moya’s artistic journey takes him from tats to mural
Story by Angie Baldelomar and photos by Sonia Falcon Juan Moya’s path as an artist might seem unconventional to some people.Like many artists, Moya got