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Women’s History Month: Helen M. Mendez

By Tere Siqueira
Each March, to honor Women’s History Month, Dos Mundos honors Latinas whose accomplishments have helped and/or inspired the community. One of this year’s eight honorees is Helen M. Mendez.
Born in Texas, Mendez moved to the Argentine area of Kansas City, Kansas, at about 2 years old. For 39 years, she worked in accounting for Barr-Thorp Electric Co. Inc. Before that, when her three daughters – Gabriella, Jenny and Amy – were small, Mendez worked in downtown department stores during the Christmas shopping season.
Today, Mendez owns her house, a goal she achieved as a single mother, and keeps an active, independent life. She also volunteers at the Mattie Rhodes Center, something she has done for 20-plus years.
“I go to help at the art center. … I volunteer as much as I can,” Mendez said. “There are people that went there when they were little, and now they come back, and they’ll say, ‘I used to come here, but this is my child, and I’m going to bring him here so he can learn something.’ That’s the payoff, you know.”
“It’s been a lot of fun being there,” she added. “So I’m still going out, and I don’t go as much, of course. But I try to be there for the summer art camp or other special events.”
Now 90, Mendez has seen the area and the generations evolve over the years.
“The change, of course, it is completely different. … It is better now,” she said. “When I was small, there was a lot of prejudice, … a lot of racism. And we couldn’t go to a coffee shop and sit there and have a cup of coffee, … we had to take it out. Go to the ice cream parlor and buy an ice cream cone or a soda, we had to buy it and take it out. And we went to (the) Clara Barton School, and it was just all Mexican.”
Mendez recognizes the responsibility that falls on the Latin community to continue contributing to the transformation.
“A younger generation can have a better living and better atmosphere and better attention and cooperation from all the other communities, … but it takes two to tango,” she said. “You know, we have to do our job. We have to stand up. We have to work hard like always but learn to listen. Listen to other people and yourself. Don’t be too outspoken. You can listen and say what you have to say. If it’s (good), it’s for our own good – not just for you, but for all of us, all our good. Pay attention to what’s happening and see if you can do your part so our community can improve.”
Mendez understands that life is hard, but she also knows that people can get what they want by working hard – a lesson she learned from working all her life, she said. Mendez started working by picking radishes at about age 7. She also cared for her siblings and helped her parents as much as possible.
“My mother told me to do something and I didn’t say, ‘I don’t know how’ or … ‘I can’t do it,’” Mendez said. “I just did it. I took care of my siblings. During the war, we had stamps that I had to take care of. And I had to go to the bank for my sister, who worked for the government and she worked nights for some plant making this airplane for the Second World War. I took care of all that. I didn’t ask any questions. I just did it.”
In observance of Women’s History Month, Mendez has something to say to all Hispanic women.
“I want them women to understand how to stand strong but don’t be complaining about stuff,” she said. “Stand up strong. Be a woman. They will know what you are doing, and they’ll know who you are. Don’t think that power is going to keep you out there. Don’t let people put you in a box. Get out there and roll up your sleeves and start digging in. Doesn’t hurt you to get your hands dirty.”

Mes de la Historia de la Mujer: Helen M. Méndez

Cada marzo, en honor al Mes de la Historia de la Mujer, Dos Mundos rinde homenaje a las latinas cuyos logros han ayudado y/o inspirado a la comunidad. Una de las ocho homenajeadas de este año es Helen M. Mendez.
Nacida en Texas, Méndez se trasladó a Argentine en Kansas City, Kansas, cuando tenía unos 2 años. Durante 39 años, trabajó en contabilidad para Barr-Thorp Electric Co. Inc. Antes de eso, cuando sus tres hijas -Gabriella, Jenny y Amy- eran pequeñas, Méndez trabajaba en los grandes almacenes del centro durante la temporada de compras navideñas.
Hoy, Méndez es propietaria de su casa, un objetivo que consiguió siendo madre soltera, y mantiene una vida activa e independiente. También es voluntaria en el Centro Mattie Rhodes, algo que lleva haciendo más de 20 años.
“Voy a ayudar al centro de arte. … Apoyo como voluntaria en lo más que me es posible”, dijo Méndez. «Hay gente que iba allí cuando era pequeña, y ahora vuelve, y comparte: ‘Yo solía venir aquí, pero éste es mi hijo, y voy a traerlo aquí para que aprenda algo›. Esa es la recompensa».
«Ha sido muy divertido estar allí», añadió. “Así que sigo saliendo, y no voy tanto, claro. Pero intento estar allí para el campamento de arte de verano u otros eventos especiales”.
A sus 90 años, Méndez ha visto evolucionar a la zona y las generaciones.
“El cambio, por supuesto, es completamente diferente. … Ahora es mejor”, afirma. “Cuando era pequeña, había muchos prejuicios… mucho racismo. Y no podíamos ir a una cafetería y sentarnos a tomar un café, … teníamos que sacarlo fuera. Ir a la heladería y comprar un helado o un refresco, teníamos que comprarlo y sacarlo. E íbamos a (la) Escuela Clara Barton, y era solo para mexicanos”.
Méndez reconoce la responsabilidad que recae sobre la comunidad latina para seguir contribuyendo a la transformación.
«Una generación más joven puede tener una mejor vida y un mejor ambiente y una mejor atención y cooperación de todas las demás comunidades, … pero se necesitan dos para bailar el tango», dijo. «Tenemos que hacer nuestro trabajo. Tenemos que dar la cara. Tenemos que trabajar duro como siempre, pero aprender a escuchar. Escuchar a los demás y a uno mismo. No seas tan tajante. Puedes escuchar y decir lo que tengas que decir. Si es (bueno), es por nuestro bien, no sólo por ti, sino por todos, por el bien de todos. Presta atención a lo que ocurre y mira a ver si puedes poner de tu parte para que nuestra comunidad mejore”.
Méndez entiende que la vida es dura, pero también sabe que la gente puede conseguir lo que quiere trabajando duro, una lección que aprendió trabajando toda su vida, dijo. Méndez empezó a trabajar recogiendo rábanos a los 7 años. También cuidaba de sus hermanos y ayudaba a sus padres en todo lo posible.
“Si madre me decía que hiciera algo… yo no decía: ‘No sé cómo› o … ‹No puedo hacerlo›», dijo Méndez. «Simplemente lo hacia. Cuidé de mis hermanos. Durante la guerra, teníamos sellos de los que me tenía que ocupar. Y tenía que ir al banco por mi hermana, que trabajaba para el gobierno por las noches para una fábrica que producía aviones para la Segunda Guerra Mundial. Me ocupé de todo eso. No hice preguntas. Simplemente lo hice».
Con motivo del Mes de la Historia de la Mujer, Méndez tiene algo que decir a todas las mujeres hispanas.
«Quiero que las mujeres entiendan cómo mantenerse firmes, pero que no se quejen de las cosas», dijo. «Levántate fuerte. Sean mujeres. Sabrán lo que estás haciendo y sabrán quién eres. No creas que el poder te va a mantener fuera. No dejes que la gente te encasille. Sal, arremángate y ponte manos a la obra. No hace daño ensuciarse las manos».

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