By Tere Siqueira
Percentages top 40 percent for most races/ethnicities
Obesity is a growing public health concern in the United States, particularly among minority communities – and a recent study shows it has a disproportionate impact on minority communities.
Statistics from the “2022 State of Obesity” report indicate that obesity rates vary among U.S. racial and ethnic groups. Black adults have the highest rate at 49.9 percent, followed by Hispanic adults at 45.6 percent, white adults at 41.4 percent and Asian-American adults at 16.1 percent.
Health experts attribute obesity in minority communities to several factors, including a lack of safe places for physical activities, attitudes about body weight and the lack of access to healthy food.
Obesity is not unique to America, however; as the Washington Post reported in March, a recently published global study by the World Obesity Federation predicted that more than half the world’s population ages 5 and older will be overweight or obese within 12 years – roughly more than 4 billion people. And as multiple sources have reported, the study also predicted that costs related to treating health issues caused from being overweight and obesity would top $4 trillion by 2035, unless preventative and treatment measures improve.
Health issues related to obesity and being overweight might include heart disease, diabetes, high blood pressure, osteoarthritis and mental health problems.
Health experts advise people to avoid becoming overweight or obese – and thus, avoid the health problems connected to excessive weight – by pursuing a healthy lifestyle. That lifestyle involves reduced consumption of processed and high-fat foods, alcohol and beverages high in sugar. It also involves exercising 30 minutes a day or more than two hours per week, doing a moderate or rigorous physical activity such as walking, swimming and strength training. Other recommended components of a healthy lifestyle include getting plenty of sleeping and stress management.
Las tasas de obesidad siguen aumentando en EE.UU.
Los porcentajes superan el 40% en la mayoría de grupos raciales
La obesidad es un problema de salud pública cada vez mayor en Estados Unidos, especialmente entre las comunidades minoritarias, y un estudio reciente muestra que tiene un impacto desproporcionado en estas comunidades.
Las estadísticas del informe “2022 State of Obesity” indican que las tasas de obesidad varían entre los distintos grupos raciales y étnicos de Estados Unidos. Los adultos de raza negra tienen la tasa más alta, con un 49.9%, seguidos de los hispanos, con un 45.6%, los blancos, con un 41.4%, y los asiático-americanos, con un 16.1%.
Los expertos en salud atribuyen la obesidad en las comunidades minoritarias a varios factores, como la falta de lugares seguros para realizar actividades físicas, las actitudes sobre el peso corporal y la falta de acceso a alimentos sanos.
Sin embargo, la obesidad no es exclusiva de Estados Unidos; como informó el Washington Post en marzo, un estudio mundial publicado recientemente por la Federación Mundial de Obesidad predijo que más de la mitad de la población mundial a partir de los 5 años tendrá sobrepeso o será obesa en un plazo de 12 años, aproximadamente más de 4,000 millones de personas. Y como han informado varias fuentes, el estudio también predijo que a menos que mejoren las medidas preventivas y de tratamiento, los costos relacionados con el tratamiento de los problemas de salud causados por el sobrepeso y la obesidad superarían los 4 billones de dólares en 2035.
Entre los problemas de salud relacionados con la obesidad y el sobrepeso figuran las cardiopatías, la diabetes, la hipertensión, la artrosis y los problemas de salud mental.
Los expertos en salud aconsejan evitar el sobrepeso o la obesidad -y, por tanto, los problemas de salud relacionados con el exceso de peso- llevando un estilo de vida saludable. Ese estilo de vida implica reducir el consumo de alimentos procesados y ricos en grasas, alcohol y bebidas con alto contenido en azúcar. También implica hacer ejercicio 30 minutos al día o más de dos horas a la semana, realizando una actividad física moderada o rigurosa, como caminar, nadar y hacer ejercicios de fuerza. Otros componentes recomendados de un estilo de vida saludable son dormir lo suficiente y controlar el estrés.
