Story by Angie Baldelomar and photos by Gabrielle Brancato, courtesy Saint Luke’s Health System
Baby of recently arrived immigrant discharged from NICU
Story by Angie Baldelomar and photos by Gabrielle Brancato, courtesy Saint Luke’s Health System
St. Luke’s Hospital’s Neonatal Intensive Care Unit (NCIU) is celebrating a special discharge.A baby boy born 10 weeks earlier to a recently arrived immigrant mother was discharged from the NICU after 73 days there.
“It’s exciting to be able to watch that mom and baby go out together and start their next chapter,” said Danielle Gathers, NICU nurse manager.
When Neivis Robaina Torres arrived in Kansas City on a humanitarian visa, she didn’t think she would be immediately admitted to the hospital. But her health deteriorated throughout her journey from Cuba to Kansas City, which included traversing Nicaragua, Honduras, Guatemala and Mexico.
By the time she reached Kansas City, her condition was critical. She was admitted into a nearby emergency room and transferred to St. Luke’s for its expertise in high-risk pregnancy/maternal fetal medicine and NICU. On May 6, she delivered her baby, Ireach, via C-section.
“It is a scary time for parents. Nobody plans to be in the NICU,” Gathers said. “It’s not in anyone’s birth plan or expectations for their delivery and their baby, but we try to support them the best that we can in the situation that’s not ideal.”
Robaina Torres has a 4-year-old girl, whom she couldn’t see as often while in the hospital. That influenced her mental health, she said.
“I was depressed for a long time while in the hospital because I couldn’t see her a lot,” Torres recalled. “And when I was discharged, the baby had been born, so I got out of the hospital, but the baby didn’t and so I had mixed feelings, not wanting to leave the hospital to be with him, but wanting to leave to be with her.”
Luckily, St. Luke’s offered Robaina Torres a lot of support throughout her time and baby Ireach’s time as well.
“They saved my life,” she said. “I’m thankful for everything they did for me and my baby.”
Included in those services was constant interpretation services to ensure Robaina Torres and her family were aware of what was happening.
“St. Luke’s does a really good job supporting a multitude of languages and backgrounds, and so our interpreter services team really got to know this family,” Gathers said. “They helped support us through this baby’s care and making sure mom and dad felt comfortable and knew what was going on by translating frequently.”
Now, with the baby home, Robaina Torres is ready to keep building her life in Kansas City and settling here after months of constant change.
“One needs to learn to overcome and become stronger with these things,” she said.
Bebé de inmigrante recién llegada a KC dado de alta de la UCIN
La Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del St. Luke’s Hospital está celebrando un alta especial.
Un bebé nacido 10 semanas antes de una madre inmigrante recién llegada fue dado de alta de la UCIN después de 73 días allí.
“Es emocionante poder ver a la mamá y al bebé salir juntos y comenzar su próximo capítulo”, dijo Danielle Gathers, directora de enfermería de la UCIN.
Cuando Neivis Robaina Torres llegó a Kansas City con una visa humanitaria, no pensó que la internarían de inmediato en el hospital. Pero su salud se deterioró durante su viaje de Cuba a Kansas City, que incluyó atravesar Nicaragua, Honduras, Guatemala y México.
Cuando llegó a Kansas City, su estado era crítico. Fue ingresada en una sala de emergencias cercana y trasladada a St. Luke’s por su experiencia en embarazos de alto riesgo/medicina materno-fetal y UCIN. El 6 de mayo, dio a luz a su bebé, Ireach, por cesárea.
“Es un momento aterrador para los padres. Nadie planea estar en la UCIN”, dijo Gathers. “No está en el plan de parto de nadie ni en las expectativas para el parto y el bebé, pero tratamos de apoyarlos lo mejor que podemos en una situación que no es ideal”.
Robaina Torres tiene una niña de 4 años, a quien no pudo ver con tanta frecuencia mientras estuvo en el hospital. Eso influyó en su salud mental, dijo.
“Me deprimí muchísimo, estuve días deprimida porque casi no podía verla,” ella contó. “Y después cuando me dieron el alta, había nacido el bebé, entonces es decir que salí del hospital y se quedó el bebe, entonces igual eran sentimientos encontrados porque no tenía deseos de salir del hospital para estar con él, pero tenía que salir para estar con ella”.
Afortunadamente, St. Luke’s le ofreció a Robaina Torres mucho apoyo durante su vida y también durante la de su bebé Ireach.
“Me salvaron la vida”, dijo. “Yo estoy super agradecida por todo lo que hicieron por mí y mi bebé”.
Entre esos servicios se incluían servicios de interpretación constante para garantizar que Robaina Torres y su familia estuvieran al tanto de lo que estaba sucediendo.
“St. Luke’s hace un muy buen trabajo brindando soporte a una multitud de idiomas y orígenes, por lo que nuestro equipo de servicios de interpretación realmente llegó a conocer a esta familia”, dijo Gathers. “Nos ayudaron a brindar apoyo durante el cuidado de este bebé y se aseguraron de que mamá y papá se sintieran cómodos y supieran lo que estaba pasando, traduciendo con frecuencia”.
Ahora, con el bebé en casa, Robaina Torres está lista para seguir construyendo su vida en Kansas City y establecerse aquí después de meses de cambios constantes.
“Uno tiene que aprender a sobreponerse, a fortalecerse con estas cosas”, dijo.