Usted probablemente sabe que refugiados de Centroamérica han cruzado la frontera entre México-Estados Unidos en cifras récord últimamente, especialmente menores no acompañados.
By Jesus Lopez-Gomez
Posiblemente sabe que algunos han venido para escapar de la violencia de las pandillas —y que algunos están viniendo bajo la impresión de que el sistema de inmigración estadounidense les ofrecerá protección mientras están aquí.
Lo que quizá no sepa es que hay una pizca de verdad en eso.
Hablando sobre la crisis de inmigración actual, Angela Ferguson, abogada de inmigración de Austin & Ferguson LLC, indicó que el dinero que el gobierno que está gastando en el fortalecimiento de la seguridad fronteriza estaría mejor invertido en la comunicación a las poblaciones extranjeras de que el sistema de inmigración existente “incluso con los esfuerzos de reforma estancados— proporciona tipos de protección a los menores que huyen de un peligro inminente, como el tráfico humano o la prostitución.“Pero lo que necesitan es una representación legal”, recalcó.
Por ejemplo, ella dijo que una de las vías legales disponibles para los menores de edad presentes en el país ilegalmente es tener a un adulto legalmente presente —ya sea un ciudadano o una persona con un permiso de trabajo— que reclame la responsabilidad del menor para iniciar un proceso de posible cancelación de su deportación. El adulto puede entonces abogar por el niño en el tribunal y adquirir la tutela.
“(Pero) no hay manera de que sepan sobre esta ley”, señaló. “Por lo general, lo que están escuchando” y lo que está sucediendo— es que simplemente los estamos sacando. Ya sabe, “Júntenlos y mándenlos de regreso”, es lo que creo que alguien dijo. Pienso que una vez que el niño está aquí en territorio estadounidense, tenemos la obligación de protegerlo de un daño mayor”.
Por desgracia, la ayuda legal no suele otorgársele a ellos en su intento por escapar del peligro. A menudo, la violencia es lo que Ferguson mencionó que es real. Ella recordó haber trabajado con una mujer salvadoreña que había huido de su país con sus cinco hijos pequeños después de que su marido había sido ejecutado. Sin embargo, “es más común que (los niños inmigrantes) estén viniendo hacia alguien”, dijo.
La policía fronteriza aprehendió a cerca de 40,000 menores de edad sin compañia en el año fiscal 2013 —un aumento del 59% comparado con el 2012 y un aumento del 142% desde el año fiscal 2011. La mayoría del incremento proviene de inmigrantes detenidos de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Ferguson informó que los procesados en el sistema de inmigración actual por lo general son tratados en forma diferente, dependiendo de su país de origen. Los inmigrantes mexicanos suelen ser trasladados a la deportación más rápido que los centroamericanos, aunque hay una creciente demanda para dar a todas las poblaciones indocumentadas un retorno rápido como parte de la creciente inversión en la seguridad fronteriza, refirió.[d
“Lo que podríamos hacer es usar parte de ese dinero para hacerles saber cuáles son los hechos. Las leyes están aquí para ayudar”, concluyó.
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KC lawyer believes representation is missing on the border
By Jesus Lopez-Gomez
You probably know that Central American refugees have crossed the U.S.-Mexican border in record numbers lately, especially unaccompanied minors.
You probably know that some have come to escape gang violence – and that some are coming under the impression the U.S. immigration system will offer them protection while they’re here.
What you might not know is there’s a grain of truth to that.
Speaking on the current immigration crisis, Angela Ferguson, an immigration attorney with Austin & Ferguson LLC, said the money the government is spending on tightening border security would be better invested in communicating to foreign populations that the existing immigration system – even with stalled reform efforts – affords types of protection to minors escaping an imminent danger such as human trafficking or prostitution.
“But what they need is legal representation,” Ferguson said.
For example, Ferguson said one of the legal avenues available to minors present in the country illegally is to have a legally present adult – either a citizen or someone with a work permit – claim responsibility for the minor initiating a process of potentially canceling their deportation. The adult can then advocate for the child in court and acquire guardianship.
“(But) there’s no way they know about this law,” Ferguson said. “Usually, what they’re hearing – and what’s happening – is we’re just kicking them out. You know, ‘Round ’em up and ship them back,’ is what I think someone said. I think once the child is here on U.S. soil, we have an obligation to protect them from further harm.”
Alas, legal help is not typically afforded to them as they try to escape danger. Often, it is violence that Ferguson said is real. She recalled working with a Salvadorian woman who had fled her country with her five small children after her husband had been executed. However, “it’s more common that (immigrant children are) coming to someone,” she said.
The Border Patrol apprehended almost 40,000 unaccompanied minors in fiscal year 2013 – a 59 percent jump from 2012 and a 142 percent increase from fiscal year 2011. Most of the increase is coming from apprehended immigrants from El Salvador, Guatemala and Honduras.
Ferguson said those tried in the current immigration system are generally treated differently, depending on their country of origin. Mexican immigrants are typically moved to deportation quicker than Central American immigrants, although there’s a growing appetite to give all undocumented populations a quick return as part of the growing investment in border security, she said.
“What we could be doing is spending some of that money letting them know what the facts are,” Ferguson said. “The laws are here to help.”