“Droga” es toda sustancia que introducida en el organismo produce una alteración del funcionamiento del Sistema Nervioso Central del individuo y es además susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.
Esta enfermedad emocional, es de fondos. Guillermo es un alcohólico activo, vive solo ya que hasta hace unos días. Un adicto es capaz de hacerle daño a más de 40 personas a su alrededor; Guillermo ya estuvo en la cárcel, cuando estaba libre, el joven de 20 años, volvía a las mismas andanzas: a consumir alcohol y cocaína y a cansar a la familia, quien después de tantas molestias y preocupaciones, tomaron la decisión de internarlo en un anexo, centro de rehabilitación por tres meses.
La enfermedad emocional es muy común, es un mal generalizado, tenemos una sociedad enferma de sus emociones.
Cuando un adicto sale de un proceso de recuperación, sale muy débil, aún con sus heridas profundas del alma, lleno de resentimientos, culpas, frustración, dolor, miedos y está en riesgo de recaer debido a ese esquema de sus emociones, de ahí, el fracaso es en todos sus niveles, fracasa en lo laboral o en lo familiar, y no sale de ese círculo emocional vicioso, hasta que finalmente vuelve a destapar la botella. Somos muchos los adictos en recuperación que estamos limpios después de un proces, disfrutando de días, meses y años de sobriedad, yo nací en un anexo y conozco a hombres y mujeres que están limpios que ahora disfrutan de lo que han recuperado. He conocido a muchos que han muerto de sobre dosis, he visto pasar a tantos por ese laberinto infernal, pero mi propio testimonio, casi 17 años limpio, libre de drogas y con hechos me he demostrado que sí es posible vivir la vida con amor y calidad. Doy un tratamiento ambulatorio para adictos y enfermos emocionales, con duración de un mes y medio, con terapias diarias, transmitiendo mi propia experiencia como enfermo emocional.
Par más informacioni llama al 614-410-0158, visita crisiscreces.com o manda un email a ernestosalayandia@gmail.com
Recovery from the cruel, emotional toll of addiction is possible
Commentary by Ernesto Salayandia Garcia
A drug is any substance introduced into the body that alters the functioning of a person’s central nervous system.
A drug also is a substance that’s likely to create dependence, be it emotional, physical or both – particularly so-called “recreational” drugs.
As proof, consider Guillermo, an active addict who lives on his own. Guillermo has been in jail a few times. Upon release, the 20-year-old returned to the same alcohol and cocaine habits he had pursued before being incarcerated. Eventually, Guillermo’s concerned, weary family sent him to rehab for three months.
But rehab can only take an addict so far. When an addict is out of a part of the recovery process such as rehab, the addict is weak, with deep wounds in his or her soul. Often, the addict is full of resentment, guilt, frustration, pain and fear. As a result, the addict is at risk of falling back into addiction because of the weight of his or her emotions. The risk of failure is in all areas of life – at work, in family relationships, at school.
Many of us are addicts. I’ve known many addicts who’ve failed to recover from their addictions and died of an overdose.
But fortunately, many of us are recovering addicts. Many of us have been clean for days, months, even years. I, for one, know many men and women who are clean and enjoying their lives in recovery.
I’m one of those fortunate people.
For almost 17 years, I’ve been clean, free of drugs. I’ve shown that it’s possible to live life with love and quality. And I’m using my story to help others. I provide treatment for addicts that lasts a month-and-a-half, with daily therapy, sharing my own experience as someone who has survived the emotional illness of drug addiction.
For help in your fight to recover from drug addiction, call (614) 410-0158, e-mail ernestosalayandia@gmail.com or visit crisiscreces.com.