Durante más de 20 años, Clemente – alias, “El dragoncito” – estaba en el negocio de sicario, haciendo “todo excepto violando.”
Eso cambió en septiembre de 2015, cuando encontró a Dios.
Un ex miembro del cártel de Los Mexicles de Juárez, México, “El dragoncito” comenzó a involucrarse con las personas equivocadas a los 12 años tras la muerte de su padre.
“Solía tomar pastillas, marihuana, tinta para los zapatos, (pintura) thiner”, dijo en una entrevista con el periódico mexicano El Universal. “Perdí mi infancia, mis sueños. Lo único que pensaba era conseguir dinero para drogarme”.
A los 16 años, “El dragoncito” estaba cometiendo crímenes, lo que resulta en ser capturado por las autoridades. Por pagos de entre 2.000 y 3.000 pesos ($ 125-187 moneda de EE.UU.), iba a matar a miembros de otros cárteles. De acuerdo con la entrevista reciente, él era un “soldado” y obedecía órdenes de sus superiores.
A veces, las órdenes que se le dio involucraba personas que conocía.
“Tuvimos que matar a un amigo mío y tirar el cuerpo después de apuñalarlo varias veces”, recordó.
De acuerdo con “El dragoncito,” una de las razones que se quedó en el negocio era para protegerse a sí mismo y a su familia.
“Una de las cosas más importantes que me dijeron fue que, si me daban una misión, tenía que hacerla”, dijo. “De lo contrario, irían por mí o mis seres queridos.”
Después de años de delincuencia, “El dragoncito” decidió cambiar su vida y ayudar a los que podría estar pasando por el mismo camino que había recorrido.
“Siento una satisfacción en mi corazón porque yo estoy tratando de ayudar a otros a evitar el sufrimiento”, dijo. “Yo … (me agarre de) la Biblia porque estaba cansado de sufrir. Siento mucho los daños y perjuicios que … (he causado) “.
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Hitman becomes pastor after years of killing
By Paula Alzate
For more than 20 years, Clemente – a.k.a., “El Dragoncito” – was in the hitman business, doing “everything except rape.”
That changed in September 2015, when he found God.
A former member of the drug cartel Los Mexicles from Juarez, Mexico, “El Dragoncito” started to get involved with the wrong people at age 12 following his father’s death.
“I used pills, marijuana, ink for shoes, (paint) thinner,” he said in an interview with Mexican newspaper El Universal. “I lost my childhood, my dreams. All I thought about was getting money to get high.”
By age 16, “El Dragoncito” was committing crimes, resulting in him being captured by the authorities. For payments of 2,000 to 3,000 pesos ($125-187 U.S. currency), he would kill members from other cartels. According to the recent interview, he was a “soldier” and obeying orders from those above him.
Sometimes, the orders he was given involved people he knew.
“We had to kill a friend of mine and throw (away) the body after stabbing him several times,” he recalled.
According to “El Dragoncito,” one reason he stayed in the business was to protect himself and his family.
“One of the most important things they told me was that, if they gave me a mission, I had to do it,” he said. “Otherwise, they would have gone after me or my loved ones.”
After years of crime, “El Dragoncito” decided to change his life and help those who might be going down the same path he had traveled.
“I feel a satisfaction in my heart because I’m trying to help others avoid suffering,” he said. “I … (turned to) the Bible because I was tired of suffering. I’m very sorry about the harm and damage I … (caused).”