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Religion

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. En este nuevo compartir con todos mis hermanos creyentes y no creyentes, amantes de la lectura y su formación personal les quiero trasmitir algunas enseñanzas cotidianas de una sana doctrina que son aspectos desconocidos para algunas personas.
El día sábado 4 de junio tuvimos una hermosa PEREGRINACIÓN a la Catedral San Pedro, en Kansas City, Kansas, niños, jóvenes y adultos, por su puesto familias completas VIVIENDO EL JUBILEO EN EL AÑO DE LA La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes. En este nuevo compartir con todos mis hermanos creyentes y no creyentes, amantes de la lectura y su formación personal les quiero trasmitir algunas enseñanzas cotidianas de una sana doctrina que son aspectos desconocidos para algunas personas.
El día sábado 4 de junio tuvimos una hermosa PEREGRINACIÓN a la Catedral San Pedro, en Kansas City, Kansas, niños, jóvenes y adultos, por su puesto familias completas VIVIENDO EL JUBILEO EN EL AÑO DE LA MISERICORDIA, para ganar la Indulgencia Plenaria, ha sido de gran BENDICIÓN.
No sobra recordar lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Indulgencia en el número  (1471) La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia; “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos” (Pablo VI, Const. ap. Indulgentiarum doctrina, normas 1).
“La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente” (Indulgentiarum doctrina, normas 2). “Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias” (CIC can 994).
Otro número del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: (1479) Puesto que los fieles difuntos en vía de purificación son también miembros de la misma comunión de los santos, podemos ayudarles, entre otras formas, obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados. Además tenemos otro número del Catecismo que nos habla sobre este mismo tema: (1498) Mediante las indulgencias, los fieles pueden alcanzar para sí mismos y también para las almas del Purgatorio la remisión de las penas temporales, consecuencia de los pecados.
Ahora quiero decir una palabrita sobre el PURGATORIO todo de acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica  (1030) Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
(1031) La Iglesia llama PURGATORIO a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Corintios 3, 15; 1 Pedro 1, 7) habla de un fuego purificador:
«Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, Dialogi 4, 41, 3).
Los invito a ir a los textos Bíblicos  mencionados anteriormente y profundizar sobre estos temas. Bendiciones para todos paz y bien.
, para ganar la Indulgencia Plenaria, ha sido de gran BENDICIÓN.
No sobra recordar lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica sobre la Indulgencia en el número  (1471) La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia; “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos” (Pablo VI, Const. ap. Indulgentiarum doctrina, normas 1).
“La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente” (Indulgentiarum doctrina, normas 2). “Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias” (CIC can 994).
Otro número del Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: (1479) Puesto que los fieles difuntos en vía de purificación son también miembros de la misma comunión de los santos, podemos ayudarles, entre otras formas, obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean libres de las penas temporales debidas por sus pecados. Además tenemos otro número del Catecismo que nos habla sobre este mismo tema: (1498) Mediante las indulgencias, los fieles pueden alcanzar para sí mismos y también para las almas del Purgatorio la remisión de las penas temporales, consecuencia de los pecados.
Ahora quiero decir una palabrita sobre el PURGATORIO todo de acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica  (1030) Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
(1031) La Iglesia llama PURGATORIO a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Corintios 3, 15; 1 Pedro 1, 7) habla de un fuego purificador:
«Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, Dialogi 4, 41, 3).
Los invito a ir a los textos Bíblicos  mencionados anteriormente y profundizar sobre estos temas. Bendiciones para todos paz y bien.

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