Divulgando la cultura en dos idiómas.

Una mano pequeña, un gran sueño

mano

En 2014, Franco Argumedo, de 35 años, regresó de servir durante ocho años como cuerpo de combate en la armada, en donde desplegó con los Marines. De regreso a la rutina de la vida civil, Argumedo se matriculó en la Universidad de Ávila en Kansas City, Missouri, donde tomó un curso que examinaba el genocidio y violencia en Guatemala. El curso culminó en un viaje en mayo a Santa María, Nebaj, una ciudad en el centro-oeste de Guatemala.
Argumedo sabía poco sobre quién lo esperaba ahí.
“Cuando estuve ahí en este viaje, había un niño sosteniendo mi mano por primera vez en mucho tiempo”, recordó. “Y me impactó debido a ciertos incidentes que me sucedieron en el ejército donde no quería estar cerca de niños, ni que estos me tocaran”.
Era una niña de la comunidad local y cuando de manera ansiosa Argumedo trató de evitarla, apartando la mano, la niña corrió hacia su otra mano.
“Finalmente, me di por vencido y ella tomó mi mano”, indicó.
Mientras caminaban hacia la humilde casa de la niña, aparecieron más manos pequeñas.
“Y después al llegar a su casa, todos sus hermanos me cargaron”, recuerda.
Y cambiaron su vida.
“Me doy cuenta que había algo en esa gente que quería para mí. Me curó de muchas maneras: – maneras personales. A partir de ese punto, me surgieron ideas. “
Lo que surgió es el Proyecto HELLO (Humanitarian Efforts Lifting the Lives of Others), que es la colaboración de estudiantes y otras personas que buscan donaciones para proveer a los guatemaltecos necesitados con artículos básicos como estufas, lavabos, techos, suelos y regalos navideños para los niños. Este mes de diciembre, Argumedo, estudiante de cuarto año en el programa de trabajo social de la Univeridad de Ávila, y otros tres estudiantes viajarán a la ciudad guatemalteca de Sibinal, San Marcos, para seguir ayudando a familias necesitadas.
“Ellos no cuentan con una tortilla o un tamal para el almuerzo”, explica Argumedo. “No saben si van a tener que comer. Eso es pobreza extrema. “
Para ayudar a aliviar esa pobreza, el Proyecto HOLA busca donaciones. Todo el dinero donado va dirigido al proyecto y cada voluntario paga sus gastos de viaje.
“Estoy físicamente ahí para asegurarme de que la gente obtenga el trabajo que se les prometió”, dijo Argumedo. “Creo que eso hace que nuestros … equipos de voluntarios sean únicos”.
Proyecto HELLO no es una operación de un solo hombre, y Argumedo está consciente de eso.
“Todo ha sido un esfuerzo de colaboración – todo. No podría hacerlo sin nuestro equipo de voluntarios aquí en los EE.UU. y en Guatemala, y sobre todo sin las donaciones realizadas en los EE.UU. “
El proyecto HELLO presentará una noche con información y comida gratuita a partir de las 6 pm, el 7 de noviembre en el Whitfield Center de la Universidad de Ávila. Para donar al Proyecto HELLO o para obtener más información, visite projecthello.club

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One Tiny Hand, One Grand Dream

By Nicholas Peterson
In 2014, 35-year-old Franco Argumedo was back from eight trying years in the Navy where he served as a combat corpsman who deployed with the Marines. Back in the humdrum of civilian life, Argumedo enrolled at Avila University in Kansas City, Mo. where he took a course examining genocide and violence in Guatemala.  The course culminated in a trip that May to Santa Maria, Nebaj, a town in west-central Guatemala.  
Little did Argumedo know who awaited him there.
“When I was there during this trip, there was a small child there, holding my hand for the first time in a long time,” he recalled. “And it impacted me because of certain incidents that had happened in the military where I didn’t want to be around children or have children touch me.”
That child was a little girl from the local community, and when an anxious Argumedo tried to avoid her, pulling his hand away, she ran around to his other hand.
“Ultimately, I just gave up, and she held my hand,” he said.
As they walked toward the girl’s humble house, more little hands appeared.
“And then all her siblings, when I got to her house, they just kind of charged me,” he recalls.
And they changed his life.
“I realize there was something in these people that I wanted for me. It healed me in a lot of ways—personal ways. From that point, ideas emerged.”
What emerged is Project HELLO (Humanitarian Efforts Lifting the Lives of Others), a collaboration of students and others who seek donations to supply impoverished Guatemalans with necessary items like stoves, wash-stations, roofs, floors, and Christmas gifts for children. This December, Argumedo, a senior in Avila’s social work program, and three others will travel to the western Guatemalan city of Sibinal, San Marcos, to continue assisting impoverished families.
“They don’t have a tortilla or a corn tamale for lunch planned,” Argumedo explains. “They don’t know if they’re going to have that. That’s extreme poverty.”
 To help alleviate such poverty, Project HELLO seeks donations. All donated money goes to the Project, and every volunteer pays for their own travel expenses.
“I’m physically there to make sure that people get the work that was promised to them done,” Argumedo said. “I think that makes our…volunteer teams unique.”  
Project HELLO is no one-man operation either, and Argumedo is adamant about that.
“Everything has been a collaborative effort–everything. I couldn’t do it without our team of volunteers here in the US and in Guatemala, and especially not without donations from the U.S.”
Project HELLO will present an evening of information and free food, starting at 6 p.m., on Nov. 7 in Avila University’s Whitfield Center.To donate to Project HELLO or for more information, visit projecthello.club

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