Nosotros, como defensores de los inmigrantes, sentimos una profunda tristeza por los resultados electorales. Estoy seguro de que muchos de ustedes también. Pensamos que el gobierno de Clinton habría dado mejores oportunidades para una reforma migratoria integral y positiva, algo que nuestro país realmente necesita. También nos lamentamos por los inmigrantes y las familias de ciudadanos que tienen seres queridos expuestos a la posibilidad de las duras consecuencias del nuevo gobierno. Nos comprometemos a seguir trabajando por una reforma migratoria positiva y por la protección de los inmigrantes vulnerables en nuestra sociedad y le animamos a hacer lo mismo.
No es momento de renunciar o darse por vencido. No es hora de entrar en pánico. Sabemos que el nuevo gobierno ha prometido muchas cosas malas en relación a la inmigración. La preocupación más inmediata es que el presidente electo prometió durante la campaña revocar DACA. No sabemos si eso sucederá o no. Los sustitutos del nuevo gobierno han dicho que esto no puede suceder y que se enfocarán en los extranjeros criminales. Incluso si DACA es revocada, no sabemos si eso incluirá a los titulares actuales o solamente los futuros solicitantes de DACA. Desde luego, la deportación de los beneficiarios de DACA causaría una protesta social bastante grande y es algo que el gobierno debe considerar antes de tomar cualquier acción.
Es un buen momento para que los poseedores de DACA busquen otra alternativa y estar preparados para contactar a familiares, amigos y abogados en caso de que surja alguna emergencia.
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McCrummen Immigration law group column
Roger McCrummen
We, as advocates for immigrants, feel a deep sadness at the election results. I’m sure many of you do as well. We felt that a Clinton administration would give the best opportunity for positive comprehensive immigration reform, something our country badly needs. We also grieve with the immigrant and citizen families who have loved ones exposed to potential harsh consequences from a new administration. We pledge ourselves to continue to work for positive immigration reform and for the protection of vulnerable immigrants in our society, and we encourage you to do the same.
This is not the time to give up or lose heart. It’s not time to panic. We know that the new administration has promised many bad things with respect to immigration. The most immediate concern is that the President Elect promised during the campaign to revoke DACA. We don’t know if that will happen or not. Already surrogates for the new administration have said that this may not happen and that their focus will be on criminal aliens. Even if DACA is revoked, we don›t know whether that will include current DACA holders, or just future DACA applicants. Certainly, deportation of DACA recipients should cause large social protest and the administration would be wise to consider that before taking any harsh action on it.
Now would be a good time for DACA holders to see if they have any other forms of relief, and to be prepared to contact family, friends, and advocates if an emergency arises.