Una de tantas consecuencias de la pandemia fue la suspensión de cruces de viajeros no esenciales a través de la frontera terrestre entre México y Estados Unidos por 20 meses, desde marzo del año pasado hasta la reapertura que tuvo lugar el primer minuto del pasado lunes 8 de noviembre.
Quienes hemos tenido la oportunidad de visitar el norte de México –y en mi caso, el privilegio de haber prestado servicio en los consulados en San Diego, California, y Phoenix, Arizona, sabemos que la frontera es una región de encuentro.
Ahí, familias, negocios, amistades y relaciones entre autoridades fluyen y se fortalecen en múltiples dimensiones, todos los días y a toda hora: se celebran acontecimientos sociales y culturales; se trabaja constantemente para mejorar servicios en garitas y facilitar cruces de mercancías, proteger el medio ambiente y, durante la pandemia, para garantizar el tránsito esencial de personas trabajadoras y el flujo de equipos y suministros médicos, entre otros.
Acelerar la vacunación contra COVID-19 fue uno de los principales esfuerzos coordinados entre instituciones y todos los órdenes de gobierno en ambos países para reanudar la cotidianidad de esa región esencial que es la frontera común, habitada por millones de personas en seis estados en México y cuatro en Estados Unidos.
Entre junio y septiembre de este año México aplicó casi 3.8 millones de vacunas en 45 municipios fronterizos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, gracias a la cooperación de Estados Unidos cuyo donativo de millones de dosis impulsó la lucha contra la pandemia en nuestra frontera norte.
Ahora, toda persona extranjera que tenga un esquema de vacunación completo contra COVID-19 y cuente con documentos de viaje vigentes podrá entrar a este país a partir del 8 de noviembre, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (DHS por sus siglas en inglés).
Si tiene familiares y amistades en México con planes de viaje turístico a Estados Unidos, comparta la siguiente información: para cruzar por vía terrestre deberán contar con pasaporte mexicano y visa estadounidense vigentes, prueba de esquema de vacunación completo y declarar de manera verbal su estatus de vacunación y motivo de viaje. Estar preparados evitará retrasos.
El objetivo es que los cruces sean ágiles, seguros y funcionales, escribió el jefe de la Unidad para América del Norte de la cancillería mexicana, Roberto Velasco, en un reciente artículo de opinión sobre la reapertura de la frontera esencial.
Essential border
One of the many consequences of the pandemic was the travel restrictions applied to non-essential crossings of travelers through the land border between Mexico and the United States for 20 months, from March of last year until the reopening that took place in the first minute of Monday, November 8.
Those of us who have had the opportunity to visit northern Mexico -and in my case, the privilege of having served at the consulates in San Diego, California, and Phoenix, Arizona, know that the border is a place where people meet.
There, families, businesses, friendships and relationships between authorities flow and are strengthened in multiple dimensions, every day and at all hours: social and cultural events are held; there is constantly ongoing work to improve services at checkpoints and facilitate crossings of goods, protect the environment and, during the pandemic, to guarantee the essential transit of workers and the flow of medical equipment and supplies, among others.
Accelerating vaccination against COVID-19 was one of the main coordinated efforts between institutions and all levels of government in both countries to resume the daily life of that essential region that is the common border, inhabited by millions of people in six states in Mexico and four in the United States.
Between June and September of this year, Mexico administered almost 3.8 million vaccines in 45 border municipalities of Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León and Tamaulipas, thanks to the cooperation of the United States whose donation of millions of doses promoted the fight against the pandemic on our northern border.
Now, any foreign person who is fully vaccinated against COVID-19 and has valid travel documents will be able to enter this country as of November 8, according to the United States Department of Homeland Security (DHS by its English acronym).
If you have family and friends in Mexico who are planning a tourist trip to the United States, share the following information: to cross by land they must have a valid Mexican passport and US visa, proof of being fully vaccinated and verbally declare their vaccination status and reason for travel. Being prepared will avoid delays.
The goal is for the crossings to be expedited, safe and functional, wrote the Chief Officer for North America of the Mexican Ministry of Foreign Affairs, Roberto Velasco, in a recent opinion article on the reopening of the essential border.
