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100 years of Guadalupe: A history of the Westside’s Hispanic staple

Story by Roberta Pardo and Photo by Hector T. Perez Sevilla.
Our Lady of Guadalupe Shrine is celebrating 100 years.
Not of the facility itself. Rather, of its dedication ceremony.
A staple of the Westside community in Kansas City, Missouri, the parish was established in 1914 as Our Lady of Guadalupe Parish, “when two refugee priests fleeing the persecution of Catholics in the aftermath of the Mexican Revolution arrived in Kansas City,” as Marty Denzer reported in a 2016 story for the Catholic Key newspaper.
The priests “asked to serve ‘La Colonia,’ the Mexican community on the west side bluffs,” Denzer stated. The population was quickly booming “as waves of immigrants sought work or fled the revolution, but all hoping to find better lives for their families as they traveled north on the Santa Fe Trail,” according to Denzer.
The parish begun in the spring of 1914, though it had no facility until 1919, when it purchased a Swedish Lutheran church at the corner of 23rd and Madison, now 901 Avenida Cesar E. Chavez, giving parishioners a place to celebrate Mass. However, the dedication ceremony to Our Lady of Guadalupe didn’t take place until 1922.
The Church became a staple of the Hispanic community in Kansas City, Missouri. Among its key features, it includes the four stainglass windows that depict the apparations of Our Lady of Guadalupe that occurred on the hill of Tepeyac, Mexico, according to the Shrine’s website. The image of Our Lady of Guadalupe that lays in the center alter of the Shrine was painted by a local artist, the website added.
The building of Interstate Highway 35 and Southwest Trafficway resulted in homes and businesses being demolished, forcing many families to relocate. Still, they continued to return to observe Mass.
In 1990, the church’s presiding diocese faced a shortage of priests, resulting in the closure and consolidation of eight churches in Kansas City. In 1991, the diocese decided to consolidate the Our Lady of Guadalupe and Sacred Heart parishes.
With the decision, several Our Lady of Guadalupe supporters formed the Shrine Association and submitted a proposal to Bishop John J. Sullivan, asking him to preserve the church as a shrine to Our Lady of Guadalupe. The maintenance and care of the shrine would be the responsibility of the association, headed by Ramona Arroyo, Teresa Sauceda and George Morales. Sullivan agreed and leased the shrine to the association. For 20-plus years, the association has fulfilled its end of that bargain.
“This shrine represents the struggle of the Mexican people coming to this country and their devotion to Our Lady of Guadalupe,” Sauceda said.
Now, the Shrine Association is working to renovate the church, which includes plans to improve the grotto, said Sauceda.
The Shrine Association is offering bricks as memorials to donors, called “Ladrillos for a Lifetime,” as a way to become a permanent part of Our Lady of Guadalupe Shrine. For a donation of $500, 1,000 or more, a brick will be engraved with the donor’s name, the name of the person(s) they wish to honor and a special message of the donor’s choice.
For more information or to donate, visit www.sacredheartguadalupe.org.


100 años del Guadalupe Shrine en KC

Una breve historia de la icónica iglesia hispana del Westside

El Santuario de la Virgen de Guadalupe está celebrando 100 años.
No de la instalación en sí. Más bien, de su ceremonia de dedicación.
Un lugar icónico de la comunidad de Westside en Kansas City, Missouri, la parroquia se estableció en 1914 como la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, “cuando dos sacerdotes refugiados que huían de la persecución de los católicos después de la Revolución Mexicana llegaron a Kansas City”, como Marty Denzer escribió en una historia de 2016 para el periódico Catholic Key.
Los sacerdotes “pidieron servir a ‘La Colonia’, la comunidad mexicana en los acantilados del Westside”, indicó Denzer. La población creció rápidamente “a medida que oleadas de inmigrantes buscaban trabajo o huían de la revolución, pero todos con la esperanza de encontrar una vida mejor para sus familias mientras viajaban hacia el norte por el Camino de Santa Fe”, según Denzer.
La parroquia se inició en la primavera de 1914, aunque no tuvo sus propias instalaciones hasta 1919, cuando compró una iglesia luterana sueca en la esquina de 23 y Madison, ahora 901 Avenida Cesar E. Chavez, dando a los feligreses un lugar para celebrar Misa. Sin embargo, la ceremonia de dedicación a Nuestra Señora de Guadalupe no se llevó a cabo hasta 1922.
La Iglesia se convirtió en un elemento básico de la comunidad hispana en Kansas City, Missouri. Entre sus características principales, incluye las cuatro vidrieras que representan las apariciones de la Virgen de Guadalupe que ocurrieron en la colina de Tepeyac, México, según el sitio web del Santuario. La imagen de la Virgen de Guadalupe que se encuentra en el altar central del Santuario fue pintada por un artista local, agregó el sitio web.
La construcción de la autopista interestatal 35 y Southwest Trafficway resultó en la demolición de casas y negocios, lo que obligó a muchas familias a mudarse. Aún así, continuaron regresando para observar misa.
En 1990, la diócesis que presidía la iglesia enfrentó una escasez de sacerdotes, lo que resultó en el cierre y consolidación de ocho iglesias en Kansas City. En 1991, la diócesis decidió consolidar las parroquias de Nuestra Señora de Guadalupe y Sagrado Corazón.
Con la decisión, varios partidarios de Nuestra Señora de Guadalupe formaron la Asociación del Santuario y presentaron una propuesta al obispo John J. Sullivan, pidiéndole que preservara la iglesia como un santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. El mantenimiento y cuidado del santuario estaría a cargo de la asociación, encabezada por Ramona Arroyo, Teresa Sauceda y Jorge Morales. Sullivan estuvo de acuerdo y arrendó el santuario a la asociación. Durante más de 20 años, la asociación ha cumplido con su parte de ese trato.
“Este santuario representa la lucha del pueblo mexicano que viene a este país y su devoción a la Virgen de Guadalupe”, dijo Sauceda.
Ahora, la Asociación del Santuario está trabajando para renovar la iglesia, que incluye planes para mejorar la gruta, dijo Sauceda.
La Asociación del Santuario está ofreciendo ladrillos como memoriales a los donantes, llamados “Ladrillos para toda la vida”, como una forma de convertirse en una parte permanente del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. Por una donación de $500, 1,000 o más, se grabará un ladrillo con el nombre del donante, el nombre de la(s) persona(s) que desea honrar y un mensaje especial a elección del donante.
Para más información o para donar, visite www.sacredheartguadalupe.org.

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