Con todas los elaborados atavíos, el baile de fin de curso es una noche costosa para muchos estudiantes de preparatoria y sus padres.
Pero las finanzas no son la única preocupación. Los padres se ven consumidos por una preocupación mayor: la seguridad de sus hijos y después del baile.
De acuerdo con la Administración Nacional para la Seguridad del Tránsito en las Carreteras, aproximadamente 5,202 adolescentes resultan heridos y 48 mueren en accidentes automovilísticos durante un fin de semana en el baile de fin de cursos. Aproximadamente el 70 por ciento de ellos no usaban el cinturón de seguridad y el 36 por ciento de los accidentes implican el consumo de alcohol. Además el baile de fin de cursos trae una presión social elevada para implicarse en drogas y sexo. Con esas estadísticas y la presión social, ¿cómo pueden los adolescentes asistir de todos modos a la noche más esperada en la preparatoria, y al mismo tiempo mantenerse seguros?
Primero, mantenga abierta la comunicación. Padres de familia: platiquen con sus hijos sobre las presiones de esa noche y cómo planean mantenerse seguros. Sea específico sobre detallar los peligros que representan las drogas, alcohol y el sexo, y mantenga claro de que usted debe ser capaz de comunicarse con ellos por teléfono, y designe horas para que se reporten con un texto o llamada.
Luego, decida en una hora específica para regresar a casa y determinen si usted se siente cómodo que sus hijos vayan a fiestas posteriores. Mantenga en mente que las drogas, alcohol y sexo pueden ocurrir aunque haya un adulto supervisando la fiesta después del baile. Si su hijo va a ir a una fiesta posterior al baile, pregúnteles a los padres si se les permitirá consumir bebidas alcohólicas. Algunos padres piensan que si les quitan las llaves del carro a los adolescentes, entonces está bien que beban; sin embargo, piense dos veces sobre esto, ya que los accidentes de cualquier tipo son más prevalentes cuando implica alcohol.
Además, entérese de quién conducirá. Inclusive si sus hijos no vayan a ingerir bebidas alcohólicas ni manejar al mismo tiempo, un amigo quizás vaya a manejar y esté bajo la influencia del alcohol. Enfatice la importancia de no subirse a un carro con ese amigo y forme un segundo plan con sus hijos. Quizás usted pueda recogerlos sin avergonzarlos ni humillarlos. Ya habrá mucho tiempo después para hablar de la situación y lecciones aprendidas tranquilamente.
Todas las consideraciones mencionadas, hacer planes y tener conversaciones honestas son muy importantes para mantener a sus hijos adolescentes seguros en esta temporada de baile de fin de cursos.
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Safety considerations for prom night
Commentary by Carey Juez-Perez
With all its elaborate trappings, prom is an expensive evening for many high schoolers and their parents.
But finances are just one concern. Parents are consumed by a bigger worry: their children’s safety and after-prom.
According to the National Highway Traffic Safety Administration, approximately 5,202 teens are injured and 48 are killed in car crashes during one prom weekend. Approximately 70 percent of them aren’t wearing a seatbelt and 36 percent of the accidents involve alcohol. Additionally, prom night brings heightened peer pressure to engage in drugs and sex. With those statistics and peer pressure, how can teens still attend the most anticipated evening in high school, yet remain safe?
First, keep the lines of communication open. Parents, talk to your children about the pressures of prom night and how they plan to keep safe. Being specific about the dangers of drugs, alcohol and sex is a must. And be clear that they must be reachable by phone and designate scheduled check-in times with a text or phone call.
Next, decide on a specific curfew time and determine if you’re comfortable with your children going to an after-party. Keep in mind that drugs, alcohol and sex can still occur even at an adult chaperoned after-party. If your child is going to an after-party, ask the parents if they’ll allow drinking. Some parents believe if they take all the teens’ car keys, then drinking is O.K.; however, think twice about this, as accidents of any kind are more prevalent when alcohol is involved.
In addition, be aware of who’s driving. Even if your children aren’t drinking and driving, a friend might be driving who’s under the influence. Stress the importance of not getting in a car with them and form a backup plan with your children. You might offer to pick them up without shaming or humiliating them. There’s plenty of time later to discuss the situation and lessons learned calmly.
All of the above considerations, planning ahead and having honest conversations are crucial to keeping your teen safe this prom season.