Divulgando la cultura en dos idiómas.

La copaternidad luego del divorcio

Divorcio

Con los altibajos emocionales que trae un divorcio, muchas parejas divorciadas que tienen hijos quizás no quieran considerar el compartir la crianza de los hijos. Pero aunque al principio parezca como un arreglo imposible, la copaternidad es imperativa para darles estabilidad a sus hijos.
En las primeras etapas del divorcio, la terapia de copaternidad puede ayudar a las familias a navegar por sus sentimientos y afrontar los recientes cambios. Otros quizás consideren asistir a sesiones de mediación, donde el mediador facilita una comunicación enfocada y tranquila.
Si usted es padre/madre divorciado que ha acordado la copaternidad con sus hijos, existen muchos asuntos que debe considerar, tales como ayudar a sus hijos a mantener consistencia y una rutina. Esto no significa que usted tenga que estar de acuerdo con su ex cónyuge en un estilo de crianza o las mismas reglas, porque los niños son adaptables y pueden ajustarse a diferencias menores. Sin embargo, mantener la regularidad, tal como asistir a la misma escuela y continuar con actividades extracurriculares, provee una estabilidad durante un momento cuando todo parece nuevo.
Quizás quiera considerar crear nuevas rutinas. Por ejemplo, empacar una maleta para visitar a uno de los padres cada semana puede ser doloroso, confuso y frustrante. Así que olvídese de la maleta y guarde ropa y necesidades en cada casa.
Cuando usted comparte la paternidad, recuerde hacer de lado sus sentimientos dolorosos. Con frecuencia, los ex cónyuges discuten y demuestran resentimiento – y los niños reciben la parte más dura de ese resentimiento. En lugar de eso, comparta sus sentimientos con un amigo o terapeuta. Mantenga su enfoque en los niños, pero también recuerde atender sus sentimientos.
Además, nunca utilice a sus hijos como mensajeros. La comunicación debe tomar lugar entre los padres. Para asegurar una buena comunicación, quizás intente hacer una solicitud, tal como “¿Tú podrías…?” en lugar de exigir. Escuche al otro padre, y si alguien se sale de quicio, recuerde controlar sus emociones. Demostrar respeto puede lograr mucho -y gradualmente, los ex cónyuges pueden ser capaces de comprometerse y pedir las opiniones del otro.
Las recomendaciones anteriores quizás parezcan intimidantes al principio, pero recuerde, usted no tiene que ser amigo de su ex ni estar de acuerdo en todo (por algo se divorciaron). Y recuerde, ustedes dos son padres – y al practicar la copaternidad, pueden criar niños felices y sanos.


Parenting through divorce

Commentary by Carey Juez-Perez

With the emotional roller coaster brought on by divorce, many divorced couples with children might not want to consider co-parenting. But although it might seem like an impossible arrangement at first, co-parenting is imperative to providing children stability.
In the early stages of divorce, co-parenting therapy can help families navigate through their feelings and deal with recent changes. Others might consider attending mediation sessions, where the mediator facilitates focused, calm communication.
If you’re a divorced parent who has agreed to co-parenting your children, there are many issues to consider, such as helping your children keep consistency and a routine. This doesn’t mean you have to agree with your former spouse on a parenting style or the same rules, because children are resilient and can adjust to minor differences. However, keeping consistency, such as attending the same school and continuing extracurricular activities, provides stability during a time when everything seems new.
You also might need to create new routines. For instance, packing a suitcase to visit your parent every week can be painful, confusing and frustrating. So forget the suitcase and keep clothes and necessities at each house.
When you’re co-parenting, remember to keep hurt feelings aside. Frequently, exes argue and show resentment – and the children receive the brunt end of that resentment. Instead, share your feelings with a friend or therapist. Keep your focus on the children, but remember to cope with your feelings, too.
Moreover, never use your children as messengers. Communication must take place between the parents. To ensure good communication, you might try making a request, such as “Would you be able to …,” rather than making a demand. Listen to the other parent – and if buttons are pushed, remember to control your emotions. Showing respect can go a long way – and eventually, exes are able to compromise and ask each other for opinions.
The above suggestions might seem daunting at first. But remember, you don’t have to be friends with your ex or agree on everything (there are reasons you’ve gotten divorced). And remember, you’re both parents – and that by practicing co-parenting, you can raise happy, healthy children.

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