Siempre me he cuestionado por qué clasifican a las mujeres como el sexo débil. Decidí iniciar una investigación para encontrar la respuesta. Empecé por preguntar a mi círculo de allegados y nadie sabía el por qué, busqué en Internet pero tampoco tuve suerte le llamé a mi doctor y cuando le pregunté respondió: “Son consideradas el sexo débil porque la estructura corporal de ustedes es más pequeña que la del hombre”. Esta respuesta corroboró lo que siempre había sospechado; ¡que no tenemos ni un pelo de débiles!, ya que el tamaño del cuerpo es irrelevante para definir cuán poderoso es un ser humano. Mira los datos científicos que descubrí y que comprueban lo poderosas que somos las mujeres:
Vivimos más- Nuestro sistema inmunológico es más poderoso que el de ellos, por eso vivimos más. Ocho de cada nueve personas que cumplen 100 años son mujeres. Muchos hombres alegan: “!es que ellas nos matan!”, pero lo cierto es que estamos capacitadas para tolerar más dolor que los hombres. Somos las procreadoras, ¿hay que decir más?
Podemos completar más tareas- El cerebro de la mujer tiene pensamientos entrelazados y puede realizar con eficacia varios trabajos al mismo tiempo; mientras ayuda al niño con la tarea, cocina, paga las cuentas, chequea sus correos, mira la novela, habla por teléfono y se pinta la uñas. Por el contrario, ellos piensan en forma lineal y son más eficientes cuando se enfocan en una sola tarea a la vez.
Somos mejores empresarias- Las estadísticas muestran que las empresas dirigidas por féminas permanecen vigentes por más tiempo que otras compañías. Esto se atribuye a que las mujeres desarrollan mejores relaciones interpersonales entre sus empleados, clientes, proveedores y socios, lo que resulta en un negocio más fructífero.
Además de lo mencionado, ¡Somos más bellas!, y ellos son los primeros en asegurarlo. La mujer tiene tal poder que es capaz de derretir corazones, abrir puertas, parar tráfico, inspirar poetas, pintores, músicos y hasta ocasionar guerras. En resumen, ¡si nos catalogan como el sexo débil que sea únicamente por nuestra debilidad a los chocolates!