Sexual abuse causes great damage to victims, even more, when they are minors. This abuse is considered a crime because it negatively and permanently affects the quality of the victim’s lives.
Sexual abuse affects victims in all their facets: in their sexuality, their relationships, work, and emotional development. By committing abuse, the psychological and physical boundaries that every human has been violated and the trust in oneself and others is destroyed. Much more if the abuser is a figure that must protect the child. This causes insecurity and depression in abused children and can have several consequences such as alcoholism, personality disorders, inability to trust others, fear of privacy, etc.
Some of the protective figures can include parents, uncles, teachers and even the priest, whom the children and many parents see as a special being that represents God on earth. Even more terrible is that the child always believes that he is the one to blame for what is happening. He is sure that he provokes it and this fills him with fears and leads him to don’t communicate to his parents what is happening. This is why every time abuse lasts and harms more and more deeply. Many child molesters threaten to kill their parents if they report the abuse.
It is the responsibility of society and therefore from each of its members to care for their children. The Church, the media and each of us must act upon learning about sexual abuse. If we do not do it, we become accomplices.
It is time to meditate once again on the immense responsibility that we have on our shoulders. Those who can reach millions of people, who writes in a newspaper, who goes out on a television program or the famous that can influence their fans. And not to mention the journalists and communicators who “sell” to the highest bidder to distort and hide that news, writing lies and silencing truths, among many other things. I wonder if those people can sleep in peace. We are responsible for the chaos that exists in the world and we do nothing to make our children feel proud of us. In other words, we do not leave any legacy, we go through the world WITHOUT PASSING.
There is an urgent need to talk and educate on the subject to give children tools to defend themselves and say NO to any undue touch that an adult makes.
Remember:
* Do not force a child to kiss an adult.
•Encourage communication with your child, never fear
* Learn what to do if your child is a victim of sexual abuse.
Todos somos responsables del abuso sexual
El abuso sexual causa grandes estragos en las víctimas, mucho más si estas son menores de edad. Este abuso es considerado un crimen porque influye negativamente y para siempre en la calidad de vida de las víctimas.
El abuso sexual afecta a las víctimas en todas las facetas de su existencia; su sexualidad, su relación de pareja, trabajo y desarrollo emocional. Al cometer el abuso, se violan las fronteras psicológicas y físicas que todo ser humano tiene y se destruye la confianza en sí mismo y en los demás. Mucho más si quien abusa es una figura que debe proteger al niño. Esto origina inseguridad y depresión en los niños abusados y puede tener varias consecuencias como el alcoholismo, trastornos en la personalidad, incapacidad de confiar en los demás, miedo a la intimidad, etc.
Entre las figuras protectoras se encuentran los padres, los tíos, los maestros y aún más el sacerdote, a quien los niños y muchos padres ven como un ser especial que representa a Dios en la tierra. Aún más terrible es que el niño siempre cree que tiene la culpa de lo que pasa, está seguro que él lo provoca y esto lo llena de miedos y lo conduce a no comunicar lo que pasa a sus padres. Es por esto que el abuso perdura y daña cada vez más profundamente a ese ser humano. Muchos abusadores de menores los amenazan hasta con matar a sus padres si denuncian el abuso.
Es responsabilidad de la sociedad y por ende, cada uno de sus miembros, de cuidar a sus niños. La Iglesia, los medios de comunicación y cada uno de nosotros debe actuar al enterarse de un abuso sexual. De no hacerlo, nos convertimos en cómplices.
Toca meditar una vez más sobre la inmensa responsabilidad que tenemos sobre nuestros hombros quienes podemos llegar a millones de personas, quienes escribimos en un periódico, salimos en un programa de televisión o simple y llanamente somos famosos y por ende, incidimos fuertemente en nuestros fans. Y ni qué decir de los periodistas y comunicadores que “se venden” al mejor postor para distorsionar y ocultar esas noticias, escribiendo mentiras y callando verdades, entre muchas cosas más. Me pregunto si esas personas podrán dormir en paz. Al hacer esto, somos responsables del caos que hay en el mundo y realmente no hacemos nada para que nuestros hijos se sientan orgullosos de nosotros. En otras palabras, no dejamos ningún legado, pasamos por el mundo SIN PASAR.
Hay una necesidad urgente de hablar y educar sobre el tema para darle a los niños herramientas para defenderse y decir NO a cualquier toque indebido que le haga un adulto.
Recuerde:
No obligue a un niño a besar un adulto.
Fomente la comunicación con su hijo, jamás el miedo (ojo a los padres que pegan)
Aprenda qué hacer si su hijo es víctima de abuso sexual.