¿Te gusta criticar? seamos honestas, ¡todas lo hacemos! es casi un deporte, nos gusta criticar a otros ya sea por su manera de vestir, actuar o hasta su forma de reír. Hoy quiero motivarte a que te mires en el espejo y dirijas las críticas hacia ti. La autocrítica es la mejor herramienta para progresar en la vida, siempre y cuando sea crítica constructiva, ésta es la que reconoce lo que hiciste mal con el propósito de mejorarlo.
¿Cómo auto-criticarnos?
Piensa en una amistad a quien quieres mucho. Imagina que te dice: “Soy un desastre. El año pasado me endeudé, tuve tres fracasos amorosos y perdí a mi cliente más importante”. ¿Acaso le confirmarías que, en efecto, es un desastre? ¡Por supuesto que no! La ayudarías a reconocer dónde falló para que no cometa los mismos errores este año. Asimismo, debes tratarte como a una buena amiga a quien quieres apoyar.
¡Ojo! Critica tus acciones y no tu persona. Por ejemplo, si ganaste peso el año pasado en lugar de pulverizar tu autoestima repitiendo: “¡Parezco una ballena!. Mejor di: “Reconozco que me excedí comiendo. Si en los asuntos del amor, no te fue bien, en vez de angustiarte: “soy el tapete que todos pisan”. Admite: “no me hice valorar”.
La crítica constructiva conlleva hacer cambios de nada sirve machacar tus errores si no estás dispuesta a superarlos, eso sería criticarte destructivamente, haz un recuento de los tropiezos que has sufrido en años anteriores. Esto te ayudará a descubrir el patrón de errores que siempre está presente en tu vida y darte la oportunidad de renovarte.
Recuerda, sé honesta contigo sin justificar tus faltas, de ahora en adelante cuando te critiques, primero apunta tus éxitos y luego busca soluciones para mejorar tus puntos débiles. De esta forma, al igual que de una buena amiga, recibirás un mensaje de ánimo y un reto para superarte.