By Roberta Pardo
Starting at 12 a.m. Wednesday (Nov. 20), Colombia temporarily closed all borders with Ecuador, Peru, Brazil and Venezuela to avoid the entry of foreigners that could “alter public safety and order” during marches against the government of President Ivan Duque.
“The national government, hoping to guarantee the peace of the marches next Thursday, Nov. 21, has decided to close all land and river ports of entry,” Colombian Migration Director Christian Kruger stated in a message sent to journalists.
The borders will remain closed until 5 a.m. Friday (Nov. 22).
Duque faces gradually growing discontent over his economic proposals and a security policy focused on repressing narco-cultures, in addition to his attempt to modify the 2016 pact that led to the disarmament of the Revolutionary Armed Forces of Colombia – the most powerful guerrilla group in Latin America.
On Monday (Nov. 18), Secretary of Defense Holmes Trujillo denied the government would send military forces into the streets, according to the publication El Pais.
“The government, and this must be said clearly, respects peaceful mobilization – and the public force is ready to guarantee the safety of the citizens who participate in it so that they can freely and calmly exercise their democratic right,” Trujillo said.
Colombia cierra sus fronteras temporalmente
A partir de las 12 a.m. del miércoles (20 de noviembre), Colombia cerró temporalmente todas las fronteras con Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela para evitar la entrada de extranjeros que podrían “alterar la seguridad y el orden público” durante las marchas contra el gobierno del presidente Iván Duque.
“El gobierno nacional con el fin de garantizar la tranquilidad de las marchas el próximo jueves 21 de noviembre tomó la decisión de cerrar todas sus fronteras terrestres y fluviales”, indicó el Director de Migración Colombia Christian Kruger en un mensaje a los periodistas.
Las fronteras permanecerán cerradas hasta las 5 a.m. del viernes (22 de noviembre).
Duque enfrenta un creciente descontento por sus propuestas económicas y una política de seguridad centrada en reprimir las narcoculturas, además de su intento de modificar el pacto de 2016 que condujo al desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el grupo guerrillero más poderoso de América Latina.
El lunes (18 de noviembre), el secretario de Defensa Holmes Trujillo negó que el gobierno enviara fuerzas militares a las calles, según la publicación El País.
“El gobierno y esto debe decirse claramente, respeta la movilización pacífica, y la fuerza pública está dispuesta a garantizar la seguridad de los ciudadanos que participan en ella para que puedan ejercer libremente y con calma su derecho democrático”, dijo Trujillo.
