By Maria Marín
La semana pasada, durante una entrevista en televisión, desenmascaré una verdad que nadie se ha atrevido a decir, muchos quedaron sorprendidos y otros enojados. Las sorprendidas fueron las mujeres, que siempre se han preguntado, ¿por qué los hombres son infieles? Los enfurecidos fueron aquellos hombres que son o han sido infieles.
Mi revelación fue fundamentada en un estudio que condujo la Universidad de Londres donde se descubrió que mientras más alto es el coeficiente intelectual de un hombre, más leal es a su pareja. Por el contrario, mientras más bajo, más infiel es.
Desde que abrí la boca para decir que el hombre, entre más “bruto” más infiel, he recibido cientos de correos electrónicos, cartas y comentarios en mis redes sociales, unos insultándome y otros felicitándome. Estoy consciente de que juzgar la inteligencia de un individuo de acuerdo a su fidelidad es un tema delicado y algo atrevido.
Lo cierto es que antes de que se revelara este estudio, ya muchas habían catalogado a los desleales como tontos. Y me incluyo en este grupo porque conozco varios casos que lo certifican. Tengo una amiga muy allegada quien es bella, cariñosa, inteligente, trabajadora y hasta experta en artes culinarias, sin embargo su ex esposo fue capaz de “ponerle los cuernos” por varios años con una mujer que no le llegaba a ella ni a los tobillos, ¡y para colmo interesada!. Recuerdo las primeras palabras que salieron de mi boca cuando ella me contó de la traición: “¿Acaso ese hombre es tonto?”.
Según el estudio de esta universidad inglesa lo que sucede es que cuando un hombre inteligente se topa con una tentación, analiza el peligro de la misma y toma en cuenta que puede perder su hogar, el respeto de su familia y una gran mujer. Razones poderosas para decidir que no vale la pena correr el riesgo de perder algo tan valioso sólo por el capricho de una aventura. Mientras que un hombre menos inteligente, no analiza las graves consecuencias, actúa sin pensar y como buen tonto, comete la infidelidad. En conclusión, si algún día te llega la tentación, demuestra que tienes un alto coeficiente intelectual y, ¡no seas infiel!