Divulgando la cultura en dos idiómas.

The war on immigration: Now it’s the asylum applicants’ turn

Commentary by Eulogio JP

As soon as the dust settles, the Trump administration picks it up and flings it in the air again by furthering its war against immigrants.
This time, the White House is going after one of the most vulnerable groups in America: asylum applicants.
U.S. Attorney General Jeff Sessions and the Trump administration are on a quest to limit who qualifies for asylum. As a result, thousands of people who’ve fled violence and persecution in their home countries are at risk of being turned away and sent back to dangerous lands.
Sessions, who has the authority to redefine who qualifies for asylum, has intervened in two cases that could affect thousands of people. Not only could his action affect who qualifies for asylum, but it also could determine if asylum seekers continue to have the rights to a hearing in court at all.
The attorney general’s objective is to eliminate what he calls “fraud and abuse” and decrease the country’s massive backlog of immigration cases. Unfortunately, this would be a high cost to pay to expedite a governmental process. As Jeremy McKinney, an immigration lawyer in North Carolina and the secretary of the American Immigration Lawyers Association, said in a story for National Public Radio: “To have their rights curtailed so that the system moves faster I think should be considered a moral outrage.”
Although Sessions makes it sound like anyone can apply for and be granted political asylum, the reality is different than that. Not every crime qualifies a victim to claim asylum. To qualify, the victim must have a well-founded fear of persecution, based on race, religion or membership in a “particular social group.” Additionally, the victim must come from a country where the government hasn’t shown signs of helping its victims. Moreover, immigration law experts are worried Sessions will go as far as to overturn a 2014 asylum case that has made it easier for domestic violence survivors to get asylum.
It looks like the dust the Trump administration has thrown in the air will continue to swirl.

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La guerra contra la inmigración: ahora es el turno de los solicitantes de asilo

Tan pronto como el polvo se asienta, la administración Trump lo recoge y lo arroja al aire nuevamente al fomentar su guerra contra los inmigrantes.
Esta vez, la Casa Blanca persigue a uno de los grupos más vulnerables de América: los solicitantes de asilo.
El Fiscal General de EE. UU. Jeff Sessions y la administración Trump están en una tarea para limitar quién califica para el asilo. Como resultado, miles de personas que han huido de la violencia y la persecución en sus países de origen corren el riesgo de ser rechazadas y enviadas a tierras peligrosas.
Sessions, que tiene la autoridad para redefinir quién califica para el asilo, ha intervenido en dos casos que podrían afectar a miles de personas. No sólo su acción podría afectar a quién califica para el asilo, sino que también podría determinar si los solicitantes de asilo continuaran teniendo derechos a una audiencia ante un tribunal.
El objetivo del fiscal general es eliminar lo que él llama “fraude y abuso” y disminuir la acumulación masiva de casos de inmigración en el país. Desafortunadamente, sería un alto costo para acelerar un proceso gubernamental. Como dijo Jeremy McKinney, un abogado de inmigración en Carolina del Norte y secretario de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, en una historia para National Public Radio: “Que se reduzcan sus derechos para que el sistema se mueva más rápido creo que debería considerarse un ultraje moral. “
Aunque Sessions lo hace parecer que cualquiera puede solicitar y obtener asilo político, la realidad es diferente. No todos los delitos califican a una víctima para solicitar asilo. Para calificar, la víctima debe tener un temor fundado de persecución, basado en raza, religión o la membresía en un “grupo social particular”. Además, la víctima debe provenir de un país donde el gobierno no ha mostrado signos de ayudar a sus víctimas.
Además, los expertos en leyes de inmigración están preocupados que Sessions llegarán a anular un caso de asilo de 2014 que ha facilitado el asilo a los sobrevivientes de violencia doméstica.
Parece que el polvo que la administración Trump ha arrojado al aire continuará girando.

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