Now that the gifts have all been delivered and opened, our attention naturally shifts to New Year’s celebrations and our ever-present, persistent desire for self-improvement. Nearly half of us make New Year’s resolutions, studies suggest. But despite the strength of our intentions, willpower, like muscle, has biological limitations. It’s one of several reasons why fewer than 10 percent of us achieve the goals we set for ourselves at the New Year.
The folks who succeed and scientists who study the brain offer pointers for making positive changes. Start with the K.I.S.S. principle, which identifies simplicity as the key goal in design. Be realistic. Start small. State your goals plainly and be specific. Track your progress and keep believing you can meet your goals.
Losing weight was the No. 1 New Year’s Resolution again in 2017. Rather than setting such a grandiose, ambiguous aspiration, be realistic. Start small with altering a habit, such as indulging in calorie-laden desserts every day. Resolve to have dessert once a week instead. “Set small, specific attainable goals rather than a singular, overwhelming goal,” advises psychologist Lynn Bafka. Resolutions that are broad, vague and unrealistic are doomed to fail, she says.
Write down your goals and display them prominently. Make time every day to read them and measure your progress. “Remember,” Bafka says, “it’s not the extent of the change that matters, but rather the act of recognizing that lifestyle change is important and working toward it, one step at a time.”
Keep telling yourself that you can do it, and don’t give up if you slip up. You can build up the willpower you need to achieve your goals. In fact, psychologists at Stanford University studying the science of willpower found that exercising willpower strengthens it. “So what starts out difficult becomes easier over time,” writes Stanford psychologist Kelly McGonigal. “New behaviors become habits, temptations become less overwhelming and willpower challenges can even become fun.”
Good luck and Happy New Year!
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Año nuevo, nuevos objetivos y nuevos triunfos
Ahora que todos los obsequios han sido entregados y abiertos, nuestra atención se traslada naturalmente a las celebraciones de Año Nuevo y nuestro deseo persistente y constante de superación personal. Los estudios sugieren que casi la mitad de nosotros hacemos resoluciones de Año Nuevo. Pero a pesar de la fuerza de nuestras intenciones, la fuerza de voluntad, al igual que los músculos, tiene limitaciones biológicas. Es una de varias razones por las cuales menos del 10 por ciento de nosotros alcanzamos los objetivos que nos fijamos para el Año Nuevo.
Las personas que tienen éxito y los científicos que estudian el cerebro ofrecen consejos para hacer cambios positivos. Comience con el principio K.I.S.S., que identifica la simplicidad como el objetivo clave. Ser realista. Empieza pequeño. Exprese sus objetivos de forma clara y sea específico. Haz un seguimiento de tu progreso y sigue creyendo que puedes alcanzar tus metas.
Bajar de peso fue la resolución No. 1 de Año Nuevo nuevamente en el 2017. En lugar de establecer una aspiración tan grandiosa y ambigua, sea realista. Comience poco a poco con la alteración de un hábito, como deleitarse en postres cargados de calorías todos los días. Cambiarlo por tener un postre una vez a la semana. “Establezca objetivos pequeños, específicos alcanzables en lugar de una meta singular y abrumadora”, aconseja la psicóloga Lynn Bafka. Ella dice que las resoluciones que son amplias, vagas y poco realistas están condenadas al fracaso.
Escriba sus metas y muéstrelas prominentemente. Haga tiempo todos los días para leerlas y medir su progreso. “Recuerde”, dice Bafka, “no es la magnitud del cambio lo que importa, sino más bien el acto de reconocer que el cambio de estilo de vida es importante y trabajar para lograrlo, paso a paso”.
Sigue diciéndote a ti mismo que puedes hacerlo y no te rindas si caes. Puede acumular la fuerza de voluntad que necesita para alcanzar tus objetivos. De hecho, los psicólogos de la Universidad de Stanford que estudian la ciencia de la fuerza de voluntad encontraron que ejercitarla, en verdad funciona. “Entonces lo que comienza difícil se vuelve más fácil con el tiempo”, escribe la psicóloga de Stanford Kelly McGonigal. “Los nuevos comportamientos se convierten en hábitos, las tentaciones se vuelven menos abrumadoras y los desafíos de la fuerza de voluntad pueden llegar a ser divertidos”.
¡Buena suerte y feliz año nuevo!